El circuito de Yeongam se prepara a estas horas para vivir el primer duelo por el título mundial 2012 entre Fernando Alonso y Sebastian Vettel, separados por cuatro puntos en la clasificación. Decenas de operarios pintan las gárgolas de entrada con los tornos oficiales, cortan el césped de los laterales del circuito, repasan los asientos de las gradas, puestos la mitad sí y la mitad no, y revisan las instalaciones.
Los equipos van llegando con cuentagotas al trazado coreano, cercano a Japón, pero muy complejo para llegar dada la mala combinación de medios de transporte. Al final, se trata de 8 ó 10 horas de viaje desde el vecino país nipón. Hasta el momento, solo los pilotos de Toro Rosso, Daniel Ricciardo y Jean Eric Vergne, se han pasado por la pista para contemplar el montaje de sus monoplazas en los boxes. El resto son mecánicos e ingenieros además de técnicos de Pirelli y de la FOM.
Se espera que el grueso de los pilotos aterrice este miércoles en Mokpo, la ciudad más cercana al circuito tras pasar, la mayoría, un par de días en Tokio. Fernando Alonso y Felipe Massa han podido desconectar aunque incluyendo un acto con grandes clientes japoneses de Ferrari. Alonso, que mañana será protagonista de la rueda de prensa oficial de la FIA, espera que las cuatro pequeñas novedades anunciadas por el jefe técnico, Pat Fry, no sean solo adaptaciones al trazado y sirvan para defenderse del paso adelante de Red Bull, hoy por hoy por delante.
Los
pilotos están alojados en cercano hotel Hyundai, desde el que se divisa el circuito, y que lleva el nombre de la firma coreana, que aquí tiene fábrica y un puerto de salida para sus mercancías en barco. Su nombre y sus gigantescas grúas (capaces de soportar 1.200 toneladas) forman parte del paisaje del estupendo trazado coreano de Yeongam, que debería haber sido la joya de una nueva ciudad del motor, un trazado urbano, pero que, por ahora, se ha quedado sola en el intento.
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