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jueves, 15 de noviembre de 2012

“Otra vez será, otra vez será…” Por Carlos Saavedra Así como no es nada nuevo, ni sorprende, igual mucho hay para lamentar. El automovilismo argentino sigue alejándose del mundo, y la caída no para


“Otra vez será, otra vez será…”
Habrá que parafasear a Leonardo Favio muerto hace poco; los seguidores de las carreras de autos, asisten a la frustración de otro pibe que valija en mano, hace años –mas de 10- se tomó un avión a Europa para llevar su ilusión de Fórmula 1.

Esteban Guerrieri es (no hay que resignarse a hablar en pasado) el piloto argentino mejor posicionado en el exterior; ha pasado por el Viejo Mundo, la luchó a brazo partido sin la contención y mucho menos el apoyo económico de empresas nacionales o institucional en el caso del Automóvil Club Argentino, poderosa entidad representante de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Se mantuvo esquivándole a los obstáculos, respaldándose en los resultados.

Diluída la lejana y efimera chance de correr en Fórmula 1, cruzó el Atlántico y hizo base en EE.UU, la Fórmula Indy Lights fue su lugar; en dos años cosechó dos subcampeonatos. El de este año luego que su continuidad corriera serio riesgo; sí, por lo de siempre, la falta de dinero. A último momento apareció el apoyo de la productora del Automovilismo para Todos que junto al de la ACTC y de una empresa aseguradora con base en Entre Ríos, reunieron los 450 mil dólares necesarios.

Es historia antigua, Guerrieri sabía que estaba ante una vital y tal vez última encrucijada. La meta era dar el salto y correr en IndyCar, lo máximo en monopostos en el país del Norte. Eso o pegar la vuelta.

Claro, precisaba 6 millones de dólares. Volvió a La Argentina para tocar timbres, gestionar ese apoyo esquivo. Mientras tanto en EE.UU, John Della Penna, otro argentino radicado allá desde hace más de 20 años, quien supo ser propietario del equipo de IndyCar (por entonces CART), donde corrió Norberto Fontana, le daba una mano en el intento.

Complicado para reunir la millonada exigida, Guerrieri no ha bajado la guardia; hasta por ahí surgió la chance de volver a Europa para correr en GP2 Series, telonera principal de la F-1. Sin embargo, lo que tantos hinchas fierreros anhelan: volver a entusiasmarse y hasta sufrir por un argentino en la cima del automovilismo mundial, marchaba sin paradas hacia otro desencanto. Guerrieri ha quedado a un paso que le canten: “game over”.

El Turismo Carretera autóctono, con su inconfundible folclore, sus polémicas, suspicacias, su arraigada e inexpugnable pasión espera a Guerrieri con los brazos abiertos; también el Súper TC2000 para hacer el combo ideal de las figuras del automovilismo nacional, correr y recibir buenos dineros por acelerar en las dos categorías top del universo tuerca local. Como ocurrió antes con Fontana, con Pechito López….

La historia vuelve a repetirse. “Game over”.

via http://www.diariopopular.com.ar

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