Todo para Ugalde
La primera del año. Fue para el piloto marplatense. Dominó de punta a punta en una carrera sin atractivos. Fue su segundo triunfo en el circuito
Lionel Ugalde no formó parte de esa legión peligrosamente cada vez más numerosa de pilotos de punta del TC que no escondieron su idea de esquivar la victoria en la carrera inicial de la temporada. Algo inconcebible para el sentido común pero consecuencia de esos sistemas de lastre destinados a prolongar las definiciones hasta el final.
“Lo que no se aprovecha se pierde” razonaba Ugalde como uno de los tantos argumentos para impulsar sus deseos de ganar. El otro venía por el lado de la revancha, El año pasado en este mismo circuito perdió a 8 vueltas de la final un triunfo que ya saboreaba y que después nunca más pudo lograr.
“Tenía miedo que me pasara lo de Werner en el 2010, que perdió el titulo por no ganar una carrera” recordaba Lionel. Por esta incipiente temporada ya no tendrá ese temor tras la contundente victoria de punta a punta con la que aburrió a una concurrencia que no tuvo en cantidad y color el marco que merecía una apertura de campeonato de la categoría más popular.
“Que me perdone la gente, pero yo quería ganar...” se disculpó con la sonrisa del ganador, tras elevar su haber en el TC a media docena de victorias en 127 carreras.
“No te preocupes que lo tenemos a Ugalde para ganar” fue la advertencia que Omar Martínez, otro defensor de Ford, le lanzó a Matías Rossi para enfriar su entusiasmo tras la pole provisoria del viernes. Calladito Lionel fue preparando el terreno para su objetivo.
“Dependerá mucho de la largada ” adelantó el sábado tras clasificar tercero. Más astuto escondió sus cartas el domingo.
“No sé si podré correrlo desde el principio, tal vez haya que esperar la mitad de la carrera” teorizó ante la realidad de ver que que largaba detrás de Nestor Girolami, ganador de la serie más veloz e inalcanzable hasta ese momento con el Torino.
No hubo que esperar tanto. Como en el 2009 en su anterior victoria en este circuito, Ugalde definió la carrera con una gran largada. Aquella vez “madrugó” a Matías Rossi y lo aguantó hasta el final. Ayer primereó a Girolami con una rauda partida.
“Fue clave la buena aceleración en baja, el motor era un cañón, se comía los cambios” contó Lionel con cierta exageración sobre el punto clave. A diferencia de Rossi hace tres años, Girolami lo dejó ir tranquilo adelante a Ugalde. Rápidamente se resignó a ser pasivo escolta para desgracia del interés de la carrerar. El temprano sobrepaso de Agustín Canapino a Rossi y el agónico de Christian Ledesma a Matías, que como admitió se llevó “menos de lo pensado” .
Factor importante en el triunfo, la motorización es paradójicamente lo único que esta temporada no está bajo la responsabilidad de Ugalde en su Ford. Es de Alejandro Garófalo, el motorista quilmeño que reemplazó a Fernando García y que debutó como ganador. Pero Ugalde ya tiene en mente la preparación de sus propios motores. No por disconformidad con Garófalo, sino por una inquietud natural de “estar en todo lo que tiene el auto” como no se cansa de reconocer el marplatense de 38 años. Este año dio un buen paso en ese camino al ocuparse junto a su hermano Lisandro de la atención del chasis. “ Ahora falta que vengan y me lo contrate otro equipo ” puntualizacon sutil ironía, recordando que Dardo Prand, su chasista hasta el año pasado trabaja con el equipo de Mariano Werner.
“¿Que le hicimos al auto en el receso? Lo desarmamos todo, le cambiamos muchas cosas, lo soldamos a nuevo, lo pintamos y además le hicimos unos mimitos” contó Ugalde, sobre el tratamiento a su Ford. Tal vez en eso mimitos estuvo la diferencia entre la “traición” del año pasado y este triunfo. Juan Manuel Fangio, admirado por Ugalde, decía que a los autos, había mimarlos para que se portaran bien con sus pilotos.
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