Matt Kenseth celebra su victoria en la carrera de las 500 millas de Daytona, Daytona Beach, Florida en la madrugada del martes 28 de febrero del 2012. Kenseth conquistó por segunda ocasión la carrera de las 500 millas de Daytona, que estuvo suspendida dos horas a causa de un incendio tras una colisión que escenificó el colombiano Juan Pablo Montoya.
Matt Kenseth conquistó el martes por segunda ocasión la carrera de las 500 millas de Daytona, que estuvo suspendida dos horas a causa de un incendio tras una colisión del colombiano Juan Pablo Montoya.
Esta competición del automovilismo deportivo de NASCAR fue la más extraña en la historia de las 500 millas: el inicio fue aplazado por la lluvia, fue suspendida temporalmente por el incendio tras el choque del piloto colombiano, hubo espuma de detergente y niebla.
Al término de 36 horas por todas las circunstancias, el estadounidense Kenseth se alzó con el triunfo en la primera gran competencia de Daytona que es pospuesta en 55 ediciones.
La competencia debía comenzar el domingo en la tarde pero su inicio fue aplazado por la lluvia primero para la tarde del lunes y después para la noche del mismo día, en hora estelar de la televisión, y terminó en las primeras horas del martes.
Kenseth superó en las dos vueltas del tiempo extra a Dale Earnhardt hijo y a su compañero Greg Biffle, del equipo Roush Fenway Racing. Earnhardt rebasó a Biffle cerca de la meta pero no pudo alcanzar a Kenseth en la Autopista Internacional de Daytona.
El accidente de Montoya causó un enorme incendio de combustible que suspendió durante dos horas la competición mientras las cuadrillas de limpieza utilizaron detergente de lavandería Tide para despejar la pista.
Cuando la carrera estaba bajo bandera de precaución y Montoya iba rezagado lejos del resto de los competidores, algo falló en su auto, que comenzó a derrapar fuera de control hacia uno de los camiones usados para secar la pista, que cargan un reactor y más de 700 litros (200 galones) de combustible.
El Chevrolet número 42 embistió al camión y desató una fuerte explosión con grandes llamaradas que derramó combustible en la pista del famoso autódromo de Daytona.
Montoya resultó ileso, pero se lo vio tambalear en el césped al costado de la pista, mientras que el conductor del camión necesitó ayuda para salir.
Tomó varios minutos a los trabajadores de seguridad apagar el incendio, y luego siguió la tarea de retirar el camión de la pista y el combustible derramado. Retirar el camión sin dañar la pista fue todo un reto.
Montoya, quien dijo que su casco se chamuscó por el fuego y que le dolía un pie, señaló que sintió una vibración en su auto antes del accidente.
"He golpeado muchas cosas, ¿pero a un secador de pista?", comentó. "Simplemente se sintió realmente extraño, y cuando estaba hablando por radio, el auto simplemente giró a la derecha", agregó.
A los pilotos se les permitió salir de sus autos después de aproximadamente 10 minutos de rodar bajo bandera roja.
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