Era 7 de abril de 2002, y el escenario: Suzuka. Aquel día se disputaba la primera carrera de la historia de MotoGP, la que en ese año pasaría a ser la nueva categoría reina del Mundial de motociclismo. Atrás quedaban las 500cc, cerrando una etapa gloriosa de la historia del motociclismo y abriendo otra, la de las motos de cuatro tiempos. Unas nuevas motos, un nuevo rugir, una nueva categoría que echaba a rodar en 2002. Valentino Rossi sería el primero en inscribir su nombre con letras de oro en la historia de MotoGP en un año, que aunque no tuvo demasiada emoción, siempre será recordado.
Bienvenida a las 990cc sin decir adiós a las 500cc
Las motos de cuatro tiempos comenzaban a ser el presente en el Mundial de motociclismo. 2002 daría la bienvenida a las 990cc, que iban a convivir durante su primera temporada con las 500cc. Honda, Yamaha, Suzuki y Aprilia lanzaban su primer prototipo de cuatro tiempos, aunque el primero de éstos era el más destacado. La RC211V, la joya que Honda había preparado para MotoGP, estaba muy por encima de sus principales competidoras, la GSV-R de Suzuki, la M1 de Yamaha y la RS3 de Aprilia. Además de su principal garantía para el Mundial de 2002, Honda disponía de varias NSR500 de dos tiempos en la parrilla para sus equipos satélite. Algo similar pasaba en el caso de Yamaha, en la que sus motos satélite llevarían la YZR de la marca japonesa.
Con estas novedades, 22 pilotos se disponían a inaugurar MotoGP, 8 de ellos con las cuatro tiempos que marcaban el inicio de esta nueva era, mientras que el resto empezarían con una 500cc el campeonato. Pese a que menos de la mitad de la parrilla contaba con una 990cc al inicio del año, Honda y Yamaha fueron introduciendo las ‘cuatro tiempos’ en sus motos satélite a lo largo de la temporada. Suzuka sería la primera prueba de fuego para las MotoGP, y Valentino Rossi se encargó de no decepcionar, como a lo largo de la temporada.
El dominio incontestable de Valentino Rossi
Tras arrasar en 2001 y conseguir el triplete de títulos en las tres categorías, Valentino Rossi se marcaba un nuevo reto para la temporada 2002: ser el primer campeón de la historia de MotoGP. Suzuka acogía el debut de la nueva era con una carrera bajo una intensa lluvia. Rossi comenzó a marcar la pauta con una gran carrera, de menos a más, y superando a Akira Ryo, piloto invitado por Suzuki para la primera carrera y que conocía el circuito como la palma de su mano. Valentino se hacía con la primera victoria de la historia de MotoGP, dejando clara la tónica que se mantendría durante toda la temporada. En el siguiente GP, en Sudáfrica, Rossi y su compañero de equipo Ukawa se disputaron la victoria. Un error de frenada del italiano dejó la victoria en bandeja al piloto japonés, algo que sacó la vena ganadora de Valentino, que a partir de ahí daría un golpe encima de la mesa.
Siete victorias consecutivas (Jerez, Le Mans, Mugello, Montmeló, Assen, Donington Park y Sachsenring) dejarían el campeonato decidido cuando sólo se llevaba media temporada. 8 victorias de 9 posibles, la mayoría de manera incontestable, dejaron claro que el binomio Rossi-Honda RC211V era invencible. Hasta en Sachsenring, circuito “ratonero” en el que Rossi no pudo exprimir la mayor potencia de su moto, la suerte se le puso de cara cuando se cayeron Barros y Jacque, los dos pilotos que luchaban por la victoria en aquella carrera. Sólo la desintegración de su neumático trasero en la carrera de Brno pudo parar la increíble racha de Valentino, que haría allí su único ‘cero’ de la temporada. El italiano volvería a ampliar su racha en la siguiente carrera, bajo la intensa lluvia de Estoril. De nuevo la suerte se aliaba con el campeón italiano, ya que a 4 vueltas del final, cuando Sete Gibernau lideraba en solitario después de dominar toda la carrera, se iba al suelo dejando vía libre para la victoria de Rossi, la que sería la novena de la temporada para él.
La temporada inmaculada de Rossi unida a la superioridad manifiesta de su Honda, hacía al italiano plantarse en la siguiente carrera, en Brasil y a falta de cinco por disputarse (inclusive la cita brasileña), con opciones matemáticas de título. Su máximo perseguidor en el Mundial, Tohru Ukawa, se encontraba a 89 puntos de Rossi antes de la disputa de la carrera. El japonés se iría por los suelos debido a las complicadas condiciones de la pista, por lo que Rossi tenía el título en el bolsillo. El italiano además quiso certificar su campeonato con una victoria, y lo hizo. Tras la carrera de Brasil quedaban aún cuatro carreras, pero Valentino Rossi ya se había convertido en el primer Campeón del Mundo de la historia de MotoGP, de la era de los cuatro tiempos. 10 victorias en las 12 primeras carreras y 270 puntos de 300 posibles hasta ese momento lo habían hecho posible. El año había sido magnífico, la superioridad irrefutable, y el cuarto título de Rossi - primero de MotoGP - ya era una realidad.
Más allá de Valentino: sus máximos perseguidores y el brillante final de año de Barros
El dominio abrumador de Rossi hizo sombra al resto de pilotos de la categoría. Max Biaggi, Tohru Ukawa, Daijiro Kato, Alex Barros, Loris Capirossi y Carlos Checa se disputaban la lucha por ser el mejor detrás de Valentino. El potencial de la Honda RC211V hizo que Ukawa complementase a su compañero de equipo y fuera segundo del campeonato durante gran parte del mismo, siendo el único capaz de plantar cara en alguna tímida ocasión a Rossi.
Hasta la certificación del título del italiano, sólo él y Biaggi fueron capaces de ganar una carrera a Valentino. La lucha se centraba en los otros dos escalones del podio, ya que el primero casi siempre llevaba el mismo nombre. Pero a final de año, un nombre brillaría con luz propia, el de Alex Barros. Honda pondría a disposición del brasileño una 990cc para disputar las últimas cuatro carreras, y Barros no defraudó. En la carrera de Brno, Honda ya había dado la oportunidad a un piloto satélite (Kato) de llevar una MotoGP hasta final de temporada, pero en el caso de Barros los resultados serían muy positivos. De las últimas cuatro carreras, el piloto brasileño ganó dos en el ‘cuerpo a cuerpo’ a Rossi (Motegi y Valencia), además de ponerle las cosas muy complicadas en Australia, donde un fallo en la última vuelta le privó de la victoria. Fue el mejor piloto de la última parte del año, y entre él y Biaggi (con su victoria en Sepang) dejaron a Rossi con sólo una victoria en las últimas cuatro carreras. Valentino, con el título en el bolsillo, no fue capaz de superar a un Barros en forma a mandos de la RC211V.
No obstante, pese al gran final de año del brasileño, éste no pudo ser el mejor piloto de la categoría tras Rossi. Biaggi consiguió el subcampeonato debido a una gran regularidad al final de año, imponiéndose a Ukawa y Barros en esa lucha. El primer año de MotoGP se cerraba con la victoria del brasileño en el GP de la Comunidad Valenciana.
La despedida de ‘Crivi’
El 4 de mayo de 2002 en Jerez, el circuito que más alegrías le había dado, Álex Crivillé, el único campeón español de la categoría reina en esos momentos, decía adiós definitivamente a la competición con lágrimas en los ojos. Crivillé, santo y seña del motociclismo español, bicampeón del mundo y uno de los pilotos más queridos y admirados por la afición española, se retiraba del motociclismo después de toda una vida ligado a él. Después de proclamarse campeón de 500cc en 1999, las dos temporadas siguientes no fueron positivas para el piloto español, por lo que Honda decidió no contar con él para 2002. Para esa temporada, ‘Crivi’ había firmado con el equipo Yamaha de Luis d´Antin, para correr con una 500cc como compañero de Norick Abe. Pese a presentarse con el equipo y realizar algunas pruebas durante la pretemporada, Crivillé decidió dejar la competición debido a unos problemas de salud que le impedían pilotar al máximo nivel.
Aquel 2002 despedía como profesional a uno de los pilotos más importantes de la historia de este deporte en nuestro país. Álex Crivillé dejaba el motociclismo tras 20 victorias, 66 podios, 2 títulos mundiales (1989 en 125cc y 1999 en 500cc) e inolvidables carreras luchando con Doohan, en las que levantó a la afición española de sus asientos. Aquel 24 de octubre de 1999 en el que cruzaba la meta del circuito de Jacarepaguá (Brasil) levantando rueda como Campeón del Mundo de 500cc, este talentoso piloto que dejaba las motos en 2002, llegaba al punto máximo de su carrera deportiva, consiguiendo uno de los éxitos más importantes del deporte español.
La mejor carrera del año: Jerez
Debido a la gran superioridad de Rossi, 2002 fue una temporada en la que no hubo apenas carreras cargadas de emoción. No obstante, Jerez fue una de ellas, ya que Rossi tuvo que realizar una remontada y fue una carrera determinante, ya que en Jerez comenzaba su racha de 7 victorias consecutivas que sería vital para su título.
Era la tercera carrera del año, y Rossi llegaba líder con 45 puntos de 50 posibles. El italiano hizo la pole, pero tras el primer paso por meta, cuando el grupo aún estaba compacto, Kenny Roberts Jr. le tocó, relegando a Valentino a la octava posición. El italiano puso el misil en marcha y su mejor pilotaje sobre el asfalto, y tan sólo 5 vueltas después ya era segundo y estaba a estela de su compañero Ukawa. Mientras tanto, Max Biaggi era excluido de la carrera por saltarse la salida y hacer caso omiso a la pertinente sanción. Rossi esperó varias vueltas para adelantar a Ukawa, mientras por detrás la emoción crecía al llegar Capirossi y Kato al grupo de cabeza, formando un quinteto junto a Ukawa, Rossi y Barros. Kato hacía las delicias de los espectadores adelantando posiciones en el grupo con su NSR500, hasta que Rossi decidió pasar a la acción a 11 vueltas del final, adelantando a Ukawa y rompiendo definitivamente la carrera. El italiano conseguiría escaparse poco a poco, mientras Kato proseguía su excelente carrera y adelantaba a la ‘todopoderosa’ RC211V de su compatriota Ukawa. El japonés intentó dar caza a Rossi, pero éste se hacía con la victoria con poco más de un segundo de ventaja sobre Kato y dos sobre Ukawa, que aguantaría los ataques de Capirossi al final de carrera.
El circuito de Jerez volvía a ser escenario de una gran carrera, la mejor del año 2002 en la categoría reina. Un año clave en la historia moderna del Mundial de motociclismo. El inicio de una nueva era: MotoGP.
Clasificación del Mundial de MotoGP 2002:
POSICIÓN | PILOTO (PAÍS/Moto) | PUNTOS |
1 | Valentino Rossi (ITA/Honda) | 355 |
2 | Max Biaggi (ITA/Yamaha) | 215 |
3 | Tohru Ukawa (JAP/Honda) | 209 |
4 | Alex Barros (BRA/Honda) | 204 |
5 | Carlos Checa (ESP/Yamaha) | 141 |
Victorias: Valentino Rossi (11), Max Biaggi (2), Alex Barros (2), Tohru Ukawa (1)
Podios: Valentino Rossi (15), Tohru Ukawa (9), Max Biaggi (8), Alex Barros (6), Carlos Checa (4), Daijiro Kato (2), Loris Capirossi (2), Kenny Roberts Jr. (1), Akira Ryo (1)
Poles: Valentino Rossi (7), Max Biaggi (4), Alex Barros (1), Tohru Ukawa (1), Carlos Checa (1), Jeremy McWilliams (1), Olivier Jacque (1)
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