A Juan Bautista De Benedictis no le molesta que lo encasillen dentro de los pilotos “teceístas”. Una calificación que a este nativo de Necochea le llegó por la herencia de su padre Juan Antonio, ídolo de los 80 por su estilo espectacular, en épocas que el TC frecuentaba la ruta. De su parte Juan Bautista colaboró con una dedicación casi exclusiva (corrió en Top Race) a las categorías fiscalizadas por la ACTC, que incluyó escalas con sendos títulos en el TC Mouras (2005) y el TC Pista(2006). Tal vez no haber descollado en otras categorías hizo que no se lo tuviera tan en cuenta en el grupo de jóvenes relevantes de la nueva generación de pilotos como pasó con Canapino, Giallombardo, Ardusso, Girolami y el recordado Guido Falaschi “No me molesta, por el contrario, me pone orgulloso, porque el TC es la categoría número 1 del país”, reconoció Johnnito, apodo con el que se lo conoce en el ambiente, con tanta locuacidad y amabilidad como determinación y tranquilidad había puesto un rato antes en la pista de Río Cuarto para aprovechar primero el abandono del hasta entonces (vuelta 11) inalcanzable Matías Rossi y luego contener a dos referentes del TC, como Guillermo Ortelli y Omar Martínez. Así construyó su 2° victoria en 84 carreras en el TC, que como con humor comentó sirvió para que “pueda cambiar la foto que tenia de la única y también para que me terminaran de preguntar cuando sería la próxima”. Esa única no era tan añeja, el 2 de agosto del 2009 en Potrero de los Funes, pero parecía distante para el ritmo de vida de un piloto de 25 años, que sólo emparente su estilo conductivo con el de su padre por la no especulación.
Contó Johnnito que se lleva muy bien con su padre que cumple funciones de motorista exclusivo del verde (color tradicional de la familia) Ford integrado este año al equipo GPG. Esta es la ex estructura del Lincoln Sport Group, donde la presencia de su expulsado director Hugo Cuervo, no se ve pero se siente. “Hugo me ayudó mucho pero no sé si tiene que ver”, dijo De Benedictis en el momento más incómodo de la conversación.
La buena relación entre padre motorista e hijo piloto no impide que a veces no haya coincidencia en las estrategias. Para este fin de semana De Benedictis padre, pensó en una actitud conservadora priorizando la conquista de puntos para sumar a la magra cosecha en las cinco fechas anteriores. Como todo joven, De Benedictis hijo quería algo más. Por eso desde que en la tarde del sábado supo que largaba detrás de Ortelli comenzó a pensar en cómo ganarle el primer lugar en la largada. Gracias a la gran aceleración de su Ford, el plan le salió perfecto ante un Ortelli que pareció un principiante más que un séxtuple campeón de TC.
“Fue la maniobra clave”, admitió Johnnito de la misma manera que habló de su buena fortuna. “Si me salía mal y lo chocaba a Ortelli quedaba como un boludo, pero esto es así...”, agregó. Ese triunfo parcial le permitió largar detrás de Rossi en la final. Quiso repetir el intento de sobrepaso, pero Matias supo cuidarse y poner las cosas en su lugar. El Chevrolet adelante, el Ford detrás. Así hasta que en la apertura de la vuelta 11 una bocanada de humo del “chivo” provocó el derrumbe del gran candidato a la victoria en esta 6a. fecha y la apertura de lo que vista esa superioridad de Rossi, Johnnito definió como “el milagro de ganar”.
Contener durante 14 vueltas a Ortelli y cuidarse del Gurí Martínez y Pechito López pareció más difícil de como lo relató De Benedictis. Mecánicamente tuvo el respaldo de la gran aceleración y velocidad del Ford que le permitió llegar con cierta comodidad a la curva 1, la de los sobrepasos. “Siempre mire hacia adelante” dijo. Mirá adelante Johnnito y por eso su objetivo a futuro es reivindicar a su padre y lograr ese titulo de TC que Juan Antonio acarició cuatro veces pero nunca pudo atrapar. Un teceísta de verdad este Johnnito que, como tal, se enorgullece de serlo.
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