Sigue arrastrando a las masas allá por donde va. Sigue siendo el piloto más perseguido del paddock. Pero ya no le llueven las ofertas como antaño, ni siquiera aunque declare que el dinero, después de haber ganado tanto, es lo de menos. Valentino Rossi busca su sitio en la parrilla de 2013. Y le quedan pocas opciones. Cada día está más cerca de renovar por Ducati, algo que parecía imposible tras tantos desencuentros. La prensa italiana ya lo daba por hecho este viernes -la Gazzetta dello Sport daba por firmado un acuerdo por los próximos dos años-, aunque él lo desmentía: “No es verdad, todavía no”.
En las últimas semanas los mandamases de los equipos de Honda y Yamaha han toreado con maestría las preguntas sobre el posible regreso del italiano a sus estructuras. “Todo es posible”, bromeaba el vicepresidente de HRC, Shuhei Nakamoto. Pero hubo oferta de renovación para Stoner, una suculenta oferta para fichar a Lorenzo y un acuerdo final con Pedrosa -además del fichaje de Márquez-. Nunca hubo un acercamiento real a Rossi, que incluso reconoció que “Honda jamás fue una opción”.
Los mandamases de los equipos de Honda y Yamaha han toreado con maestría las preguntas sobre el posible regreso del italiano a sus estructuras
El director de Yamaha, Lin Jarvis, copiaba la fórmula: “Todo es posible”, y, a la vez, colmaba de peros su discurso, recordaba que lo suyo era renovar a Lorenzo y apuntaba que “la obsesión de Valentino es arreglar esa moto”. No todos los puestos están cubiertos todavía: hay una Yamaha sin dueño (la de Spies) y tres motos satélite (dos Yamaha y una Honda) cuyo piloto está por confirmar. Pero, a medida que se le van cerrando las puertas al nueve veces campeón del mundo, la que parecía la opción más remota hace unos meses, vistos los malos resultados de Rossi con la Desmosedici, cobra cada día mayor peso. Es Ducati la única factoría que se ha preocupado por atar al de Tavullia.
Tengo que confiar en que la situación mejorará en el futuro con la ayuda de Audi, pero no tengo ninguna seguridad de que vaya a ocurrir
Valentino Rossi
Sobre todo porque desde la llegada de Audi -la filial del grupo Volkswagen compró la marca italiana el pasado abril-, el interés del grupo germano -que da ahora a Ducati mayor potencial económico- y del principal patrocinador del equipo en MotoGP, Marlboro, que paga la ficha íntegra del piloto (12 millones de euros) se ha multiplicado. Ni uno ni otro quieren ver fracasar un proyecto que, de momento, se ha descubierto tan poco factible como romántico, el del piloto italiano ganando el título con una máquina también italiana. Directivos de Audi se reunieron ya con Rossi en Sachsenring (Alemania) hace una semana y volverán a hacerlo estos días en Mugello, donde, además, Ducati probará piezas nuevas a partir del lunes con las que pretenden empezar a convencer a Rossi.
“Tengo que hablar con Audi y Ducati sobre el futuro, porque lo de Alemania solo fue una toma de contacto con Audi. Ellos están entusiasmados con este nuevo proyecto a partir de 2013, así que seguiremos hablando”, dijo el corredor, que no oculta sus dudas, visto el potencial escaso de su moto: “Tengo que confiar en que la situación mejorará en el futuro con la ayuda de Audi, pero no tengo ninguna seguridad de que vaya a ocurrir. En un año y medio no hemos sido capaces de resolver los problemas que tenemos”, sentenció.
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