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martes, 13 de noviembre de 2012

La partida del "Principito" de Las Parejas dejó un vacío enorme en el automovilismo argentino desde aquel fatídico domingo en La Barrosa.http://www.largaron.com

El 13 de noviembre de 2011, Guido Falaschi moría trágicamente tras un terrible choque en la pista de Balcarce en la final del TC.
La partida del "Principito" de Las Parejas dejó un vacío enorme en el automovilismo argentino desde aquel fatídico domingo en La Barrosa.
Hubo teorías, hipótesis, acusaciones, reflexiones, irreflexiones, hipocresías, mea culpas, negaciones, afirmaciones, muchas preguntas y pocas respuestas, lo más profundo de cada uno, bueno y malo, salió a la luz en las horas posteriores a esta desgracia.
Pero hay hechos indiscutibles, el autódromo balcarceño no estaba apto. Se hizo una obra hidráulica de proporciones para mejorar los desagües pluviales para evitar desmoronamientos de tierra, bien hecho.
La pista era un billar, repavimentada en su totalidad y se veía tan nueva como 40 años antes, tanto que los tiempos de vuelta se desplomaron enseguida, hablaban de 4 segundos más veloz que en los años anteriores, bien hecho también. 
Pero la seguridad no estaba a tono con la exigencia y hubo un aviso cuando Canapino voló fuera del circuito y no fue suficiente advertencia, ahí está el pecado original. La sucesión de hechos que desencadenaron el desastre son claros, un motor roto regando aceite, un auto lento que falla y se descotrola, una vía de escape insuficiente y mal defendida hacen el resto, no hay escapatoria a tamaña cantidad de yerros.
El silencio y el pesar todavía debe estar sonando en los oídos y sacudiendo los corazones de todos aquellos que estábamos en el "Juan Manuel Fangio" de Balcarce aquel infausto día, del público que había cubierto las tribunas naturales de un autódromo emblemático como ese y que vibraba con el duelo en pista que estaba presenciando; sus colegas pilotos, que supieron desde un principio que la situación era grave; los periodistas, que desde la posición que estuvieran ocupando en ese instante, cabinas o pista, intuíamos que el golpe tenía una contundencia difícil de resistir.
Todos teníamos la íntima convicción que nada bueno podía resultar de todo aquello, pero todos nos resistíamos a creer que una de las figuras ascendentes de nuestro deporte se estaba perdiendo para siempre hace un año, sí un año.
El equipo LARGARON te recuerda con respeto y cariño.

via http://www.largaron.com

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