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martes, 30 de julio de 2013

Alonso levanta la voz contra Ferrari El asturiano ya no oculta el malestar hacia su equipo y todas las dudas giran en torno a si la 'Scuderia' será capaz de recuperar el terreno perdido con Lotus, Mercedes y Red Bull

Alonso levanta la voz contra Ferrari

El mismo coche con el que ganó en Montmeló. O peor: el mismo monoplaza con novedades que no sólo no le han hecho mejorar, sino que le han hecho perder mucho más que ganar. Eso es lo que ha dejado Fernando Alonso aparcado en el garaje de Maranello antes de irse de vacaciones de verano. Desde que ganara el Gran Premio de España, Alonso ha ido cuajando actuaciones más o menos buenas, al menos óptimas. Hungaroring se presentaba como un buen escenario donde mantenerse en la lucha con Sebastian Vettel. Llegaba segundo, a un mundo de distancia de Vettel, pero segundo al fin y al cabo. Del trazado magiar ha salido tercero, a 39 puntos.
¿Qué ha sido del F138 que tan buenas sensaciones arrancó al inicio del campeonato, que se ha llevado dos victorias por méritos propios y no de rebote? Y sobre todo, ¿por qué ha ocurrido eso? Son preguntas con respuestas muy complejas, pero que conducirían a la misma conclusión: Alonso se encuentra tercero en la clasificación, cuenta con el cuarto coche en la parrilla y cada carrera que pasa es más irreal pensar en la victoria. Las palabras del oventense nada más bajarse de ese F138 en el 'paddock' del Hungaroring fueron demoledoras: «Llevamos cuatro años a medio o un segundo de Vettel». Traducido: desde que ha fichado por Ferrari se ha enfrentado a un titán imbatible.
Ferrari lleva padeciendo muchos años el mismo problema: el inmovilismo. La reacción, cuando ha llegado, ha sido tardía. El mejor ejemplo es el año pasado, cuando el F2012 nació prácticamente muerto y sólo las novedades que llevaron a los test previos a Montmeló sirvieron para que Alonso -que no Massa- pudieran pelear por los puestos de arriba. No obstante, a partir de ahí, falló la regularidad: mientras Vettel no falló, Alonso sí lo hizo. Y, como en 2010, se quedó con la miel en los labios.
La temporada 2013 va por el mismo camino. O peor, está empezando a tornar en 2011, cuando se hacían cuentas para saber en qué gran premio iba a descorchar el champán de campeón Vettel. El alemán ya ha quemado un comodín, con el cero de Silverstone, y aunque desde entonces ha brillado con menos luz de la que le gustaría, lo cierto es que tiene una ventaja muy cómoda sobre sus rivales. Pero, a diferencia de 2010 o 2012, Fernando Alonso y Ferrari se han encontrado con una pérdida de competitividad muy preocupante con respecto a sus rivales. Lotus y Mercedes, a día de hoy, están por delante. Alonso repitió el mantra de otras carreras: si ganan tres o cuatro grandes premios, estarán en la pelea. No obstante, también calificó de «milagro» estar estos años peleando por el título hasta la última carrera.
El 'parón' veraniego no llega en el mejor momento. Ferrari necesita muchas horas de trabajo y mucho que reflexionar. No hay que tirar la toalla aún, ya que Alonso aún tiene opciones matemáticas para llevarse el título. Dicho lo cual, no hay que olvidar que la FIA, por norma, prohíbe el trabajo de fábrica en durante la parada de este mes. Son unas vacaciones impuestas justo cuando más horas extra habría que hacer en Maranello.
Abandonar el equipo
Para ponerle picante a los días que quedan hasta el Gran Premio de Bélgica ha saltado la madre de todos los rumores: Alonso a Red Bull. Desde Inglaterra también se ha escrito que el piloto se está pensando pagar la cláusula de rescisión del contrato que le ata a Ferrari hasta 2016 para ganarse su libertad y poder fichar por Lotus. El propio Alonso, lejos de negarlo de manera tajante, ha respondido sin responder: «Nada que decir».

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