La F1 no llegará hasta 2014 a New Jersey ante la dificultad para reunir los 100 millones que cuesta construir el circuito.
En sólo dos meses se ha conocido que no habrá Fórmula 1 en Mar del Plata (Argentina) y que el GP de New Jersey no se celebrará en 2013, como estaba previsto, sino que habrá que esperar un año más. La causa es la dificultad para hacer frente a los costes de construcción de ambos circuitos. Pero, ¿cuánto cuesta construir un trazado de carreras?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todas las pistas pueden albergar la Fórmula 1. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) pone una larga lista de condicionantes: un mínimo de 3,5 y un máximo de 7 kilómetros por vuelta, una pista de 12 metros de ancho (15 en la recta de salida), que la primera curva esté a más de 250 metros de la salida, que no haya rectas de más de 2 kilómetros... Estas son algunas de las reglas básicas cuando se diseña un circuito, ya que una prueba de este tipo puede llegar a suponer entre el 60% y el 70% de sus ingresos anuales, como es el caso de Montmeló.
El segundo gran aspecto es que los circuitos urbanos son por lo general más baratos que los tradicionales. El presupuesto de Port Imperial, en New Jersey, es de unos 100 millones de euros, una cifra cercana a lo que costó el Valencia Street Circuit, aunque con la diferencia de que en el caso del trazado estadounidense toda la financiación es privada.
No obstante, estas cantidades suenan a calderilla si se comparan con los 300 millones de euros con los que se levantó el circuito de Shanghai, el más caro del mundo hasta ahora. El título se lo podría quitar Sochi, una ciudad rusa que acogerá los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014, donde está previsto que a partir de ese año o 2015 se establezca un gran premio permanente de Fórmula 1. Se especula con que el coste del circuito se podría disparar muy por encima de lo 300 millones de euros, una inversión que estarían dispuestas a hacer grandes compañías de ese país como Lukoil o Rusal.
¿Sale rentable?
La respuesta es que no siempre. Al desembolso que supone construir la pista hay que sumarle cada año el canon que cobra Bernie Ecclestone porque el gran premio se celebre en ella. No es un canon fijo, sino que depende en gran medida de cuándo se firmó el contrato. De esta forma, llevar este espectáculo a Montmeló cuesta en la actualidad 17 millones de euros al año, mientras que a Valencia le salía por 20,5 millones y New Jersey tiene firmada una cuota de 24 millones. Además, cada vez que se vuelve a asfaltar una pista (cada 8 años de media) la factura sube a dos millones.
En el otro lado, una pista como Montmeló consigue cada año más de 30 millones de euros por la venta de entradas. Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona calcula que la Fórmula 1 aporta unos 150 millones a la hostelería de la ciudad.
Shanghai, el más caro. La construcción del trazado que alberga el GP de China superó los 300 millones de euros. Mide 5,5 kilómetros y destaca por su complicada primera curva y sus fantásticos equipamientos.
Montmeló, muy rentable. Cuando el Circuit de Catalunya cumplió 20 años en 2010, se calculó que su impacto económico había supuesto 1.500 millones de euros. Su construcción costó 36 millones de euros.
Valencia, una ruina. Costó 110 millones, de los que la Generalitat puso 85. El desembolso no se ha rentabilizado bien (el Gobierno regional tendrá este año pérdidas de dos millones) y en 2013 no habrá Fórmula 1 en Valencia.
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