Cada éxito de Sebastian Loeb abre el debate sobre qué habría sido capaz de hacer el, posiblemente, piloto de cuatro ruedas más talentoso de las últimas décadas, con un Fórmula Uno.
Nunca sabremos de qué habría sido capaz el francés al volante de un F1
Su último gran reto era superar el récord en Pikes Peak, una prestigiosa subida. Loeb, a pesar de las dudas sobre la climatología, se subió al coche y rebajó la mejor marca histórica en minuto y medio.
Hace años, sorprendió a propios y extraños cuando en su primera prueba al volante de un F1 cuajó unos parciales sobresalientes en un Renault, a escasas décimas de los tiempos que por entonces marcaba el polaco Robert Kubica. Sin embargo, nunca tuvo una oportunidad real de cambiar a los circuitos con los monoplaza.
Rossi... tampoco
No es el único caso en la historia del motor. Valentino Rossi se pasó buena parte de sus años iniciales en Yamaha coqueteando con la idea de ir a Ferrari a probar en la F1. Tampoco se fraguó en un contrato (se llegaron a dar detalles, como que la 'scuderia' podía tener tres coches en parrilla), y sus únicas incursiones en las cuatro ruedas se han producido en el mundo de los rallies.
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