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martes, 27 de agosto de 2013

Prueba BMW S1000RR Gold Bet Superstock: A bordo de la Nº1

Tras la cita imolesa del Mundial de Superbike, BMW Motorrad Italia puso a disposición de un afortunado grupo de periodistas el circuito de Santerno y las S1000RR Superstock del equipo Gold Bet para llevar a cabo un exclusivo test. Nosotros estábamos entre esos afortunados...

No todos los días uno tiene el privilegio de pilotar una auténtica moto de carreras. Si además, esta moto lleva el número 1 en su carenado porque es la Campeona del Mundo de su categoría, pues el honor es todavía mayor. Y si esta prueba se lleva a cabo a mitad de temporada... ¡esto ya se convierte en un sueño hecho realidad! Desde hace algunos años, BMW Motorrad Italia pone a disposición de un reducido número de periodistas provenientes de todo el mundo las motos de sus equipos de las diversas categorías del Mundial de Superbike. Este año, la honorífica cita tuvo lugar días después de la celebración del GP de Imola, y allí estuvo Motofan...

En pista con las de carretera

Para poder tomar las medidas a uno de los circuitos más selectivos y comprometidos de todo el Mundial de Superbike, antes de entrar en la pista con la moto de Sylvain Barrier, campeón del mundo en 2012 de la categoríaSuperstock 1000, BMW Motorrad puso a nuestra disposición las dos superdeportivasde serie de la gama alemana, motos de las que deriva directamente la del campeón francés. De hecho, si en 2012 la Superstock de BMW derivaba de la S1000RR -primera moto con la que he tenido el placer de entrar en circuito- la versión 2013 deriva de la última evolución de la Superbike de carretera teutona, la S1000 HP4, segunda moto a probar en el programa de la jornada. Se trata de dos deportivas de carretera, es verdad, pero nacidas con la mente puesta en ofrecer el máximo rendimiento en pista... Y, en efecto, orientarse en al tobogán de Imola domando los más de 180 CV de la S1000RR y de la HP4 se convierte en una tarea realmente desafiante desde las primeras curvas. 
Aunque parezca extraño, me he dado cuenta de que la HP4, a pesar de ser más extrema y potente que la S1000RR 'standard', es más dócil y fácil de controlar en los vaivenes y las curvas ciegas del Santermo. Una electrónica más refinada, una mayor maniobrabilidad debida a las llantas más ligeras y una parte ciclo caracterizada por unos componentes -así como un setup- más orientados al uso al límite, hacen que lasreacciones de la HP4 sean más veloces, pero al mismo tiempo más predecibles y menos nerviosas respecto a la versión standard. Por lo tanto, si la S1000RR es un misíl que, con la electrónica ajustada en modo circuito, 'mete' miedo en cada apertura de gas... ¡la HP4 de la impresión de ser todavía más rápida! Aunque, eso sí, cuenta con la ayuda de estos componentes estudiados específicamente para alcanzar el máximo rendimiento... quizás sacrificando alguna cosa en lo que respecta a su comportamiento en carretera.  

En pista con la reina

Sorprende bastante que la BMW S1000RR Campeona del Mundo de Superstock, preparada partiendo de la HP4 y evolucionada con el único objetivo de ser rápida en circuito, sea todavía más refinada y -hechos los debidos ajustes- todavía menos comprometida de pilotar.
Los cambios permitidos a una Superstock no son muchos. Tan pocos como para poder afirmar que, a excepción del maniático cuidado con el que ensamblada cada tornillo y la eliminación de todos los detalles necesarios para la homologación en carretera (faros, intermitentes, matrícula, etc.) la moto de Barrier es en la práctica una HP4 con carenado y escape de pista.
Más allá de los cambios reglamentarios, la verdadera diferencia que enseguida noto está en laposición sobre el asiento, estudiado y adaptado al piloto como un traje a medida. Sylvain Barrier no tiene cuerpo de jinete como el de tantos pilotos de la parrilla mundialista, y en cuanto me pongo a los mandos de su moto me doy cuenta de que las estriberas están bastante alejadas y la triangulación con el manillar el larga y cómoda, teniendo en cuenta que estamos ante un vehículo de carreras. 
Así que hasta me sorprende de que alguien como yo, que pasa del 1,80 m. de estatura y lleva encima algún kilo de sobrepeso, sea capaz de moverme con bastante libertad sobre el asiento. Todo esto, entre otras cosas, favorece una gran sensación de control, lo que me da un buen feeling desde los primeros instantes y me ayuda a olvidarme de ese temor reverencial que tenía hacia esta joya de carreras que estoy conduciendo.
Desde las primeras curvas, la S1000RR Superstock me parece además más intuitiva y dócil que su homóloga versión de serie. Las suspensiones están ajustadas a la perfección -rígidas, pero no tanto como para capar el feeling con el asfalto- el motor gira con mucha fluidez y tiene una respuesta instantánea al puño del gas, y a pesar de que se trata de una moto de serie 'evolucionada' sin cambios sustanciales, la sensaciones son diferentes: todo parece más preciso, competente, eficaz. Todo esto crea las diferencias que te hacen sentir la verdadera esencia de una moto de carreras. 

Precisión de competición

Uno de los cambios que se le permiten a unaSuperstock consiste en la sustitución de las pinzas y discos de freno (que, sin embargo, no pueden ser más ligeros que los originales) pero sobre la moto del equipo Gold Bet el punto de salida ya es el máximo, visto que hablamos de unos componentes firmados por Brembocon pinzas radiales monobloque. La frenada, de hecho, es muy rápida y potente, pero también bastante modulable como para permitir la insistencia con la maneta justo antes de entrar en las curvas. En este aspecto ayuda también el excelente feeling con el tren delantero: la horquilla, de componentes internos modificados, ofrece un gran apoyo y permite sentir muy bien todo lo que está sucediendo entre el neumático y el asfalto, y los ingresos en curvas son inmediatos y precisos. Tanto en la entrada como en la salida de curva las sensaciones no son tan diferentes de las que ofrece la HP4 a pesar de que la electrónica -a la que tan sólo se le han modificado los ajustes- parece que está todavía más a punto, dando la suficiente confianza como para abrir gas con la moto todavía inclinada.
Gracias a sus casi 190CV, la BMW Superstock devora las subidas del circuito de Imola en un abrir y cerrar de ojos gracias al gran equilibrio general... y con el que es posible ser insistente con el gas y estirar con mayor profundidad que en las versiones de carretera, sin que esto te meta en dificultades o requiere excesivos compromisos mentales.

Entro en el box

El test de la S1000RR Superstock Gold Bet se concluye después de 4 vueltas, y admito que la tentación de hacer como que no he visto la señal de ingreso en el box es fuerte. Cuando estaba en el pit lane esperando mi turno tenía la impresión de que quien me precedía en la prueba estuvo en la pista una eternidad... pero una vez que era yo el que estaba sobre el asiento de laBMW de Sylvain Barrier, las cuatro vueltas que he dado al circuito me han parecido durar tan sólo unos pocos segundos. No hay nada que hacer, es la hora de entrar en el box. Agradezco la ocasión única que BMW Motorrad nos ha regalado a través deequipo Gold Bet. Me bajo de la moto pensando por enésima vez que, al revés de lo que sucedía hace años, las motos actuales de carreras ya no son esos monstruos que muchos se imaginan. Y de hecho están bastante cerca de las motos de serie de las que derivan. Pero ahora es mejor que me prepare: dentro de poco, la guinda del pastel de esta increíble jornada... cuando me toque subirme a la BMW S1000RR SBK de Marco Melandri... 
Texto de Paolo Rossi - Adaptación por Iván Bolaño

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