Parece que los años no han pasado por el. Aún recuerdo cuando se presentó el primer BMW X5, que pensé que sería un vehículo que pasaría sin pena ni gloria por sus formas tan cuadradas, y aquella pretensión de ser un coche para todo, con un tamaño considerable.
Está claro que me equivocaba, y el BMW X5 llegó no solo para quedarse, sino para marcar una tendencia, que pronto seguirían sus rivales. Ahora, con esta tercera generación que nos ha presentado la marca alemana, el X5 se rejuvenece, adoptando las novedades del lenguaje de diseño que nos han mostrado los últimos modelos de BMW.
El nuevo BMW X5 cuenta con unas formas mucho más suaves, buscando una línea más agradable, además de una optimización aerodinámica que podemos ver en todos sus detalles, desde las formas del paragolpes y el capó, hasta el nuevo y discreto alerón trasero, pasando por el nuevo pliegue que aparece tras las ruedas delanteras.
Como decía antes, el BMW X5 adopta el nuevo lenguaje de diseño que ya hemos podido ver en los Serie 3, o Serie 1. Las ópticas delanteras mantienen su doble esfera, pero la tulipa crece, y se hace algo más redondeada. Se mantiene la doble parrilla ovalada característica de la marca, aunque al igual que en sus hermanos, se ensancha, y se hace algo más afilada, buscando una mejor penetración en el aire.
La parte baja del frontal también se estiliza, con nuevas tomas de aire laterales, y una especie de aletines en la parte baja que cubren parte de las ruedas, buscando nuevamente una mejor aerodinámica.
Tanto en la vista lateral como en la trasera se han suavizado las formas, con un doble nervio que atraviesa el lateral, llegando hasta la zaga, donde las nuevas ópticas traseras parecen casi tomadas de la última generación del Serie 3, utilizando tecnología LED.
Esta nueva generación del BMW X5 ha crecido en longitud y en anchura, ganando 29 y 5 milímetros respectivamente si lo comparamos con la anterior generación. Pero respondiendo a las mejoras en eficiencia aerodinámica, la altura desciende, aunque tan solo en 14 milímetros. Con estos datos, la habitabilidad se mantiene intacta, o incluso se mejora ligeramente, mientras que la capacidad del maletero crece, pasando de 620 litros de la generación anterior a 650.
Novedades mecánicas
Dejando a un lado la estética, encontramos una importante novedad en la gama del BMW X5, como es la aparición del sDrive 25d, el primer modelo con tracción simple de la gama. Este nuevo modelo anuncia un consumo de 5,6 litros cada 100 kilómetros, mostrándose como la alternativa más económica por el momento.
Pero la principal baza del nuevo BMW X5 son sus versiones con tracción total, y por ello BMW también nos ofrece el xDrive 25d como modelo de acceso a su gama con tracción a las cuatro ruedas, aunque el consumo se eleva a 5,9 litros por cada 100 kilómetros.
El resto de la gama se mantiene similar, con los mismos motores, aunque renovados para conseguir unos consumos menores, y en algunos casos, como por ejemplo el xDrive 40d, un pequeño aumento de potencia, pasando de 306 a 313 caballos. Eso si, ahora todos los propulsores del nuevo BMW X5 se rigen por la norma Euro6.
Como tope de gama, continuamos teniendo el BMW xDrive M50d, con su motor de 6 cilindros en línea, y 3 litros de cubicaje. Este modelo continúa ofreciendo 381 caballos de potencia, aunque baja sus consumos de los 7,5 litros que nos pide cada 100 kilómetros el modelo actual, a "solo" 6,7.
También aparece una nueva joya de la corona entre los modelos alimentados con gasolina, con el BMW xDrive 50i, que equipa un motor V8, biturbo, con inyección directa de alta presión, que rinde 450 caballos y un increíble para de 650 Nm. Consigue llevar este mastodonte de más de 2 toneladas hasta los 100 kilómetros por hora en solo 5 segundos, aunque, como era de esperar, es algo tragón, con un consumo homologado en ciclo mixto de 10,4 litros cada 100 kilómetros.
Mayor equipamiento y opciones
Ahora todos los motores que encontramos en este nuevo BMW X5 vienen acoplados a una caja de cambios automática de 8 relaciones, optimizada para mejorar los consumos. En el caso del M50d, la caja de cambios es algo más agresiva en los cambios de marchas, y puede ser controlada mediante levas en el volante que se incluyen de serie.
No podía faltar la suspensión adaptativa, y el chasis adaptativo, con tres modos distintos, Confort, Dynamic, y Professional. Se incluye también un nuevo Head-Up display, ahora a todo color, que muestra nueva información. Tampoco falta un sistema de visión nocturna con detección de personas y animales, y las ya típicas asistencias de cambio de carril, e información sobre los límites de velocidad.
Entre otras muchas novedades destaca una nueva pantalla táctil multifunción que puede llegar hasta las 10,25 pulgadas de diagonal, desde donde se pueden controlar muchas de las funciones del coche, incluida la posibilidad de publicar en Facebook y Twitter, mandar SMS mediante reconocimiento de voz, y controlar el sistema de sonido firmado por Bang & Olufsen.
El nuevo BMW X5 llegará a los concesionarios en el próximo mes de noviembre, aunque la marca aún no ha confirmado los precios de esta tercera generación. En diciembre llegarán las nuevas motorizaciones, encabezadas por el sDrive25d, de tracción simple, al que acompañarán los nuevos xDrive 35i, xDrive40d, y xDrive 25d.
César Rodríguez - @Rlcesar
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