El adiós triunfal Hace 15 años, el 13 de septiembre de 1998, Rubén Luis Di Palma celebró su última victoria de su carrera deportiva. Fue en el TC, con Ford, y en Buenos Aires.

“Soy peronista, de Boca, de Ford, negro y basta...”, afirmaba una y otra vez, Rubén Luis Di Palma quien el 13 de septiembre de 1998 logró un triunfo histórico en el Turismo Carretera. Aquel día, el Loco se convirtió en el primer, y único, piloto en lograr una victoria con las cuatro marcas tradicionales del TC. Aunque esa jornada obtuvo, acaso, la más ansiada en su carrera, la lograda con la marca de sus amores, Ford.

Su historia grande en el Turismo Carretera la escribió con Torino, marca con la que fue bicampeón en 1970 y en 1971. Paradójicamente, los últimos títulos del Toro en la categoría. Por eso, aquel triunfo de hace 15 años tuvo muchos condimentos para el Loco. El principal, claro, que fue el primero con la marca del óvalo azul.

Fue en el Autódromo de Buenos Aires, donde el público teceísta dejó de lado su pasión por una u otra marca y celebró junto a él. “En ésta y en cualquier actividad deportiva lo difícil es aprender a perder. Ganar es más fácil”, afirmó Di Palma, el piloto más joven en lograr una victoria con 19 años y el más veterano en triunfar, con 54.

Aquel domingo, en el que además ganó la primera serie (había sido cuarto en la clasificación), el recordado Rubén Luis se despidió a lo grande. Claro que nadie sabía que ése sería su último triunfo, aunque se celebró como a la altura del vencedor. Otro consagrado como Emilio Satriano y un naciente Guillermo Ortelli, ambos con Chevrolet, lo acompañaron en el podio el cual tuvo a sus pies hinchas de todas las marcas. Hinchas del TC. Hinchas del Loco Di Palma.

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