SEMANA: ¿Recuerda qué pasó por su mente segundos antes del accidente?
JUAN PABLO MONTOYA: La verdad pensé que me iba a pegar muy duro porque el golpe fue en el lado del piloto, donde hay menos espacio para que se disperse la energía del impacto. Además, era contra un objeto grande y muy fuerte, lo que hace que tampoco absorba la energía como las paredes de las pistas. En conclusión, era contra lo que uno no quisiera darse.
JUAN PABLO MONTOYA: La verdad pensé que me iba a pegar muy duro porque el golpe fue en el lado del piloto, donde hay menos espacio para que se disperse la energía del impacto. Además, era contra un objeto grande y muy fuerte, lo que hace que tampoco absorba la energía como las paredes de las pistas. En conclusión, era contra lo que uno no quisiera darse.
SEMANA: Usted salió de su carro como en las películas, ileso en medio de un gran incendio. ¿En ese momento pensó que se había salvado de milagro?
J.P.: En ese momento no tuve mucho tiempo de pensar, pero mientras más veo las imágenes y las repito, me doy cuenta de lo afortunado que fui.
SEMANA: ¿Lo que vimos en televisión fue tan impactante como lo que realmente pasó?
J.P.: Sí, la verdad las imágenes fueron espectaculares, de película, pero también muestran lo grave que pudo haber sido y todo lo que pudo haber pasado.
SEMANA: ¿Se ha sentido, alguna vez, cerca de la muerte?
J.P.: Creo que cuando era más joven estuve en situaciones más complicadas que esto.
SEMANA: Y sabiendo que ese es un riesgo tal vez más cercano por su profesión, ¿qué piensa de morir? ¿Le da miedo?
J.P.: Es algo que no pienso, creo que es más fácil matarse en la calle que en un carro de carreras.
SEMANA: ¿Qué le dicen su esposa Connie, sus papás, la gente que lo quiere, cuando pasan accidentes como este?
J.P.: No mucho, todos sabemos que toca seguir para delante.
SEMANA: A los 36 años y con tres hijos, ¿no es mejor cuidar la vida y pensar en dedicarse a otra cosa?
J.P.: No, esto es lo que yo hago y todos: Connie, mis papás, mis hijos, estamos de acuerdo con que esto es lo que queremos hacer. El día que pare de correr es porque no me estoy divirtiendo o siento que ya cumplí. Además, después de esto estoy muy tranquilo y contento con la seguridad en Nascar.
SEMANA: Usted ha admitido en medios especializados que le ha costado brillar en la Copa Sprint de la Nascar. ¿Por qué le está pasando eso?
J.P.: Cuando llegué a Nascar sabía que no estaba en el mejor equipo, y para ganar uno siempre tienen que estar con los mejores. Además, yo venía de otro tipo de carreras y había muchas cosas que debía aprender. Yo creo que con los cambios en el equipo y con lo que sé y he aprendido, hoy en día deberíamos ser más competitivos y por lo menos estar en la punta peleando por ganarlas. Es cuestión de tiempo y lo lograremos.
J.P.: En ese momento no tuve mucho tiempo de pensar, pero mientras más veo las imágenes y las repito, me doy cuenta de lo afortunado que fui.
SEMANA: ¿Lo que vimos en televisión fue tan impactante como lo que realmente pasó?
J.P.: Sí, la verdad las imágenes fueron espectaculares, de película, pero también muestran lo grave que pudo haber sido y todo lo que pudo haber pasado.
SEMANA: ¿Se ha sentido, alguna vez, cerca de la muerte?
J.P.: Creo que cuando era más joven estuve en situaciones más complicadas que esto.
SEMANA: Y sabiendo que ese es un riesgo tal vez más cercano por su profesión, ¿qué piensa de morir? ¿Le da miedo?
J.P.: Es algo que no pienso, creo que es más fácil matarse en la calle que en un carro de carreras.
SEMANA: ¿Qué le dicen su esposa Connie, sus papás, la gente que lo quiere, cuando pasan accidentes como este?
J.P.: No mucho, todos sabemos que toca seguir para delante.
SEMANA: A los 36 años y con tres hijos, ¿no es mejor cuidar la vida y pensar en dedicarse a otra cosa?
J.P.: No, esto es lo que yo hago y todos: Connie, mis papás, mis hijos, estamos de acuerdo con que esto es lo que queremos hacer. El día que pare de correr es porque no me estoy divirtiendo o siento que ya cumplí. Además, después de esto estoy muy tranquilo y contento con la seguridad en Nascar.
SEMANA: Usted ha admitido en medios especializados que le ha costado brillar en la Copa Sprint de la Nascar. ¿Por qué le está pasando eso?
J.P.: Cuando llegué a Nascar sabía que no estaba en el mejor equipo, y para ganar uno siempre tienen que estar con los mejores. Además, yo venía de otro tipo de carreras y había muchas cosas que debía aprender. Yo creo que con los cambios en el equipo y con lo que sé y he aprendido, hoy en día deberíamos ser más competitivos y por lo menos estar en la punta peleando por ganarlas. Es cuestión de tiempo y lo lograremos.
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