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Mauro Giallombardo, el nuevo campeón del Turismo Carretera, lloró en la última vuelta y también lo hizo en el podio. No dejó de abrazarse con cada uno de los integrantes del equipo de Hugo Cuervo (vaya paradoja, el año pasado había sido suspendido por la ACTC de por vida, ahora volvió y logró su segundo título tras el conseguido con Emanuel Moriatis en 2009…) y de decirles lo mismo: “Gracias totales”.
Esa frase era la que decía las remeras que vestían los mecánicos, amigos y familiares de Mauro durante toda la final. Esa frase que remarcaba la carta que Giallombardo les entregó a cada uno de ellos como muestra de agradecimiento por el esfuerzo y sacrificio que habían hecho durante toda la temporada. “Este campeonato también es para ellos”, dedicó. Y agregó: “No lo puedo creer, no caigo. Luché durante mucho tiempo. Siempre soñé con ser campeón de TC. Siempre aparece lo que tiene que aparecer en los momentos malos y eso me hace feliz”. Y sin olvidarse de su amigo Guido Falaschi, completó: “Esto también es para Guido. Me costó mucho ganarle en la pista; y esta vez corrió conmigo”.
Con 22 años y después de haberse consagrado en el TC Mouras y TC Pista, Giallombardo alcanzó la gloria en la popular categoría. “Soy el primero que hace toda la escalera de la ACTC. Soy un campeón teceísta, salido de las inferiores; y eso me llena de orgullo. Esto es lo mejor que me pasó en mi vida”, comentó ya más tranquilo. Aunque no lograba entrar en sí: “Quiero disfrutar de este título y espero en algún momento poder caer... Entré al club”.
Sí, Mauro entró al club de los campeones de TC. Un club con pocos socios y al que logró entrar en su segunda temporada. El mismo en el que están Ortelli y Juan Manuel Silva, tercero ayer. “Ya va a caer, es un nene”, resumió Ortelli. Es un nene, pero campeón.
VIA http://www.corsaonline.com.ar
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