Segunda jornada de entrenamientos en Barcelona. Hoy me costó levantarme, ya que tengo algunas horas de sueño que recuperar. El despertador sonaba y sonaba, hasta que finalmente he accedido a su petición. De camino al circuito, hoy me ha pasado algo parecido a lo que me pasó en Jerez. ¿Os acordáis que uno de los días me olvidé la acreditación en el hotel y tuve que volver corriendo? Pues esta vez me pasó lo mismo, pero con el portátil. Si es que yo por la mañana, no soy persona... Una vez superados los contratiempos, me he instalado en la sala de prensa del circuito y he salido a desayunar. Nada como un buen café para comenzar bien el día...
De nuevo, hoy ha sido un día en el que la actividad en pista ha sido normal. Lo cierto es que es bueno que no hubiera banderas rojas, ya que eso es señal de que los monoplazas no tienen problemas. Pero algo dentro de mi gritaba porque algún coche se parara o se saliera de pista; ansiaba emoción. Pero la sesión matinal se desarrolló sin problemas. Las banderas rojas llegaron por la tarde: Sebastian Vettel y Max Chilton protagonizaron los momentos negativos de la tarde. En el caso de Vettel, hubo un detalle que me sorprendió: cuando su RB9 se quedó parado, el alemán se quedó ayudando a los comisarios de pista, y se ofreció para tapar con la manta el coche. Eso sí, Vettel no estaba para fiestas, y manifestó su enfado (por la situación, imagino) con los fotógrafos, que no paraban de lanzar flashes.
El 'paddock' hoy ha estado bastante animado. Hay mucho más ambiente que en Jerez y, por fin, hemos podido disfrutar del sol. No hay nada como pasear por esa zona, rodeado de motor y olor a gasolina, mientras los mecánicos de los equipos trabajan y cargan los neumáticos del garaje a los camiones.Respecto a los neumáticos, hay algo que me llama la atención, y es la forma en la que los mecánicos los organizan. Jamás veréis un compuesto por ahí abandonado o tirado, siempre suelen estar apilados de formas bastante curiosas: formando una pirámide, una fila, amontonados en columnas... Y bueno, quizás carezca de relevancia, pero esto no hace más que demostrar que los equipos llevan una organización totalmente controlada del material que emplean.
Por otro lado, hoy pude bajar a la zona del 'pit-lane'. Es bastante mejor que la de Jerez: está bien organizada y hay un pitido de alerta que te avisa cuando un monoplaza entra en la zona de 'boxes'. Puede parecer una chorrada, pero es algo que puede evitar accidentes mientras los pilotos pasan por ahí. Aquí también hay algo que me llama la atención, y es el secretismo de los equipos con los monoplazas. En cuanto el coche vuelve al garaje, todos colocan una especie de paneles que dificultan la visibilidad desde el exterior. Personalmente, me parece una tontería, puesto que las imágenes que se toman en la pista pueden mostrar perfectamente las partes del coche. Pero bueno, siempre he creído que esto de tapar y esconder los coches ha formado parte del 'juego' entre los diferentes equipos.
Y poco más que comentar sobre este segundo día. Aunque sí me gustaría realizar una matización antes de despedirme. Estos cuadernos de viaje no los hago desde el punto de vista del periodista, sino del aficionado. Entiendo que a muchos esto no les parezca relevante o importante, pero solamente trato de contar la experiencia y lo que veo y siento estando aquí como seguidor de este deporte. Dedico muchas horas al trabajo y no hay nada a lo que le tenga más respeto, pero no olvidemos que hasta el director de la web más visitada del mundo o de la cadena de televisión más prestigiosa ama este deporte, y todos disfrutan con él. Así que el objetivo es ese: trasladaros a todos lo que podríais llegar a sentir si estuviérais en mi situación. Y aprovecho este párrafo, también, para pedir disculpas si algo de lo que escribo ofende o inoportuna a alguien. No es mi intención. Gracias por leerme siempre.
via http://www.f1aldia.com
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