La temporada de F1 está ya a la vuelta de la esquina, ya que el Gran Premio de Australia se celebra el fin de semana del 16 de marzo, para lo que faltan escasamente dos semanas. Debido a las grandes modificaciones que ha habido en el reglamento de este año, los equipos y motoristas están sufriendo problemas de fiabilidad y de puesta punto. La peor parada, de lejos, ha sido la marca Renault, cuyos equipos cliente han tenido muchas complicaciones durante la pretemporada. El directo técnico adjunto de la marca, Rob White, ha concedido una entrevista en la que aborda la situación de Renault de cara a la primera carrera del año, así como resume su participación en Baréin.
Sobre cómo fueron las cosas en el último test de pretemporada, White apuntó: "El objetivo de la última sesión de test antes de Australia fue recuperar algo del tiempo perdido en las anteriores sesiones y practicar antes del Gran Premio. Queríamos que nuestros cuatro equipos pudieran enfocar un fin de semana de carrera normal sin tener que improvisar ninguna de las operaciones o procedimientos necesarios. No podemos eludir el hecho de que no completamos todo el programa con los equipos y que algunas preparaciones para Melbourne no están completas. Sin embargo, hemos hecho algunas simulaciones de clasificación, salida, distancias de carrera y tandas largas, y es justo decir que, una vez más, hemos realizado un progreso real".
"En cuanto al tiempo perdido, vimos que los pequeños incidentes pueden desembocar en otros mayores y causar una pérdida de tiempo importante. Esto es un ejemplo de la inmadurez de nuestra unidad de potencia; no tenemos todos los modos de protección o emergencia que a estas alturas consideraríamos normales. Esto contribuye a una falta de tiempo en pista cuando surge un pequeño problema. A medida que avanzamos, esperamos poder superar estos escollos y no tener más fallos como resultado de un problema menor. Cuando se rueda, esta inmadurez se transforma en fallos en la entrega de la fuerza de torsión o en la manejabilidad, lo que complica que los pilotos encuentren el límite de rendimiento del coche", añadió White.
Progresos reales
Pero todo tiene un lado bueno, y es que aunque haya problemas, las soluciones llegan tarde o temprano, lo que ofrece más tiempo de análisis. "Hemos empezado a converger en una configuración del coche que se parece más a cuando hemos probado el motor en el banco de pruebas de Viry. Hemos aumentado el nivel de rendimiento que necesita la unidad de potencia para funcionar, y hemos hecho progresos en relación a cómo se gestiona la energía en el circuito. Además, también hemos avanzado en la localización y resolución de problemas de nuestros sistemas de control".
La siguiente parada ya será la primera carrera del año, que se disputará en Melbourne, Australia. Al respecto, White dijo: "Entre ahora y Melbourne tenemos una serie de cosas que cubrir. Necesitamos consolidar todas las lecciones aprendidas con todos los equipos. Hemos de revisar todos los datos recopilados y compararlos y contrastarlos para sacar lo mejor de ellos, por lo que el punto de partida de todos los coches motorizados por Renault es tan bueno como podría ser. En segundo lugar, debemos progresar más en la entrega de la fuerza de torsión de la unidad de potencia que sintieron los pilotos. Esto incluirá trabajo de software y calibración y validación en el simulador y en el banco de pruebas. En tercer lugar, está el reto logístico de tener las unidades de potencia construidas y embarcadas para Australia. Este proceso está en marcha y se terminará la semana próxima".
"El de Melbourne será un fin de semana inquieto. Llevar a cabo un fin de semana de carrera norma, en el que ambos coches vayan bien durante cada sesión y para cada equipo, sería un alivio enorme. Espero que podamos apoyar a nuestros equipos y pilotos para explorar el rendimiento del coche y permitir que la carrera ofrezca su veredicto deportivo", finalizó el de Renault.
via http://www.f1aldia.com
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