Foto: Fernando Villa
Fuera de su coche, Hugo Oliveras es versátil, impetuoso. Propietario del equipo HO Speed Racing y piloto del mismo, es de los que se atreven a concretar acuerdos por sí solo con los patrocinadores.
Dice que es nervioso a bordo del bólido, pero logra controlar el estrés de conducir y atender que todo marche bien en la empresa. Hábil para negociar –apoyado en encuentros de golf para pactar convenios– y persuadir. No en vano se ha conservado en Nascar México por cinco años, en los que lleva dos triunfos en 88 carreras y donde se le distingue por su relación con Monster Energy.
Y así como ha visto crecer su trayectoria en el serial, del mismo modo hace funcionar su escudería que comenzó en el 2009, con dos autos y que hoy cuenta con cuatro que, como él mismo lo cuenta en entrevista para El Economista, implican una millonaria inversión que sale avante de crisis económicas. Además de manejar el staff que trabaja alrededor de un proyecto en el que están pilotos de cartel internacional como Rogelio López, Rubén Pardo y quien fuera Novato del Año en el 2008, Irwin Vences.
“Tener un coche en Nascar México, durante una temporada, en la que se incluyen viáticos, sueldos de pilotos y demás, tiene un costo aproximado de entre 550 y 600,000 dólares. Las inversiones son fuertes al inicio, pero están apoyadas por los patrocinadores para cumplir con nuestros sueños”, asegura.
—¿Cómo sorteaste la crisis financiera mundial cuando arrancabas tu incursión como propietario?
“Fue complicado, como para todos los equipos. Muchos quebraron. Mi filosofía siempre ha sido clara: el dinero que dan las empresas hay que emplearlo en el desarrollo del equipo y en todo lo que se necesita.
“El primer año hubo pérdida, afortunadamente seguimos con el apoyo de las empresas, hubiera sido fácil no cumplir contratos, había ganado algo de dinero, pero hubiera perdido patrocinadores. Hemos avanzado y hoy en día es un negocio importante”.
Oliveras comenta que son más de 45 personas las que integran el equipo. “De planta tenemos entre 25 y 28, además de eventuales en algunas carreras. Laboran de lunes a sábado, ocho horas diarias o más. Tenemos infraestructura propia al norte de la ciudad. Es una empresa que está tomando importancia con el apoyo de 15 marcas como Citizen, Akron, PPG, Kívak, Ray–Ban (…), que han confiado en esto”.
Hugo, de 31 años y que a los 14 iniciara en el kartismo, destaca la satisfacción de sus patrocinadores en su paso por Nascar México. “Un tema importante, y que son políticas de las empresas en México, es que no se pueden firmar contratos por más de un año. Supongo que es por la inestabilidad (económica) que hay. Pero el patrocinador que pone poco, recibe mucho”, agrega.
En su rol de propietario, Hugo procura concertar mínimo tres citas por semana con sponsors, supervisar los coches y estar al tanto de las finanzas. Como piloto no revela a detalle su rutina física. “Me gusta la bici de montaña e ir al bosque. Ayuda a relajarme, pensar, generar nuevas ideas”, declara.
Oliveras es sexto lugar del campeonato, con 294 puntos, y para la fecha 10, que se correrá el fin de semana en el autódromo Hermanos Rodríguez, espera que otros de sus autos se sumen al desafío, la postemporada del serial, en la búsqueda del título.
diego.fragoso@eleconomista.mx
rgs
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