Inaugurarán en Recoleta una escultura en homenaje a Oscar Gálvez, que hoy cumpliría 100 años.
Oscar Alfredo Gálvez es sinónimo de Turismo Carretera y hoy hubiera cumplido su primer siglo de vida. A modo de homenaje, El Aguilucho, como fue apodado el ícono histórico de Ford, será inmortalizado con una escultura que se colocará en el bar La Biela de Recoleta.
En la casa de Garro y Urquiza, en pleno corazón del barrio porteño de Parque Patricios, iniciaba sus primeros pasos Oscar Gálvez. A punto de cumplir 24 años y junto a su inseparable hermano Juan –otro histórico del automovilismo y máximo campeón vigente del TC– montó un taller en donde preparó una Cupé Ford 35 con el número 58, con la que corrió en el evento que unía las ciudades de Buenos Aires y Rosario. En ese año, 1937, su nombre se comenzó a hacer conocido: llegó sexto con un auto precario para la época e hizo un tiempo de tres horas y un minuto.
Meses después corrió por primera vez con su recordado Ford negro y blanco en la categoría de autos Stock. Aunque tardó diez años en conseguir su primer título, la afición de la marca a la que representaba ya lo consideraba un ídolo por su audacia y su carisma.
Disputó posteriormente 107 competencias de TC, en las que logró 44 triunfos –entre los que se destacan siete Grandes Premios y en particular la vuelta entre Lima y Buenos Aires–, igual cantidad de etapas y 9 series, sumando de esa manera 97 victorias en total. Ganó cinco campeonatos: 1947, 1948, 1953, 1954 y 1961, siendo el tercer piloto con más títulos ganados. Obtuvo seis subcampeonatos y en 1952 marcó un hecho histórico en la categoría al ganar seis carreras a lo largo de un mismo campeonato.
En la especialidad de Autos Especiales –lo que hoy sería la Fórmula 1– y corriendo con un Alfa Romeo, tuvo el mérito de ser el primer argentino en imponerse sobre los corredores europeos. Fue en el tercer Gran Premio Eva Duarte de Perón, el 6 de febrero de 1949, en un circuito callejero en los bosques de Palermo, bajo una lluvia torrencial.
Se retiró de la actividad el 18 de octubre de 1964 en Junín y falleció el 16 de diciembre de 1989 a los 76 años, cuando su nombre ya había entrado en la historia del automovilismo.
Su figura, junto a la de su hermano Juan, fue y sigue siendo reconocida en todo el país. Si Juan Manuel Fangio es sinónimo de éxito en la Fórmula 1, Oscar Alfredo Gálvez lo es en el Turismo Carretera. A 100 años de su nacimiento, los homenajes para El Aguilucho continúan y su legado sigue más vivo que nunca, con las carreras que se disputan en el autódromo que desde 1989, y de manera merecida, lleva el nombre de él y el de su hermano.
via http://elgraficodiario.infonews.com
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