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miércoles, 16 de octubre de 2013

Sébastien Loeb: un vuelco que no empaña una década de éxitos

Sébastien Loeb

Habitualmente soy de esos a los que les gusta mojarse en sus predicciones. Antes del Rallye de Alsacia comenté que para mi Sébastien Loeb era el claro favorito para la prueba gala a pesar del cansancio acumulado durante la semana previa (test del DS3 WRC, vuelo a Beijing para presentar el C-Elysèe WTCC, vuelta a Navarra para correr en el FIA GT y de nuevo a Francia para reglar el coche y hacer los reconocimientos). El nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes es de otro mundo y así lo demostró durante las dos primeras etapas.
Acompañado por su inseparable Daniel Elena, Loeb fue capaz de ponerse líder a pesar de tener enfrente a cuatro aves de presa deseando aprovecharse de su presa más “veterana”. Sin embargo, el resto de la prueba fue otro cantar. Afloraron todas las carencias del Citroën DS3 WRC que lleva meses sin recibir una mejora o evolución. También se notaron los meses que llevaba el alsaciano sin disputar un rally. En el momento que Seb I suele ser el más fuerte fue cuando falló entrando demasiado rápido en una curva que le terminó escupiendo hacia el exterior tras perder el control de la trasera. 400.000 € volcados en una cuneta.
Era la primera vez en mucho tiempo que veíamos fallar a Sébastien Loeb (el último accidente lo tuvo en Portugal 2012) y la verdad es que el “Terminator” nos tiene poco acostumbrados a verle cometer un error de estas características. Obviamente el principal damnificado era él mismo y el propio Elena, que tenían que conformarse con pasear por las calles de Heguenau, pueblo natal del piloto de Citroën, en un DS3 Cabrio, mientras que su DS3 WRC era remolcado hacia el parque de asistencia. Horas después, ya en la entrega de premios, Sébastien acompañado de su esposa e hija se daba cuenta por primera vez de que una etapa se cerraba. En ese momento le era prácticamente imposible contener la emoción ante las cámaras y todos sus rivales y periodistas.
Sébastien Loeb
Precisamente es eso, la familia, lo que parece haberle hecho a Loeb tomar un camino alejado de los rallyes, para buscar un ritmo menos estresante en los circuitos. Hace tan sólo un año, fallecía la madre de Sébastien y a partir de ese momento todo cambiaba para él. Los viajes se le hacían más largos, las semanas fuera de casa se le hacían más pesadas y el no poder ver crecer a su hija le hizo plantearse muchas cosas. A veces pensamos que los pilotos sólo corren uno o dos fines de semana cada mes y ya está, pero en el caso de un representante de marca como es Loeb, los días laborables y los festivos prácticamente no tienen diferencias y todos ellos están cargados de actos publicitarios, pruebas de coches, entrevistas, test y 1.000 cosas más.
Loeb llegó tarde a los rallyes, pero después de más de 15 años batallando por los tramos ha demostrado un gran amor por el automovilismo y por la competición. En este tiempo ha logrado 10 títulos mundiales de rallyes, 1 Junior y 9 absolutos, una cifra que sin duda será difícil de igualar sobre todo por la superioridad demostrada sobre el coche. Buena muestra de ello son las estadísticas que han marcado su carrera y que quedarán para el recuerdo, números que sólo mencionarlos ya impresionan, destacando el de 900 scratchs, conseguido precisamente tras sumar 4 nuevos en Alsacia. Si comparamos con Jari-Matti Latvala, un piloto mucho más fogoso y propicio a lanzarse a por los mejores cronos, el finlandés tan sólo tiene 286.
El nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes tal vez no es el piloto más rápido o el más técnico, pero sí uno de los que es capaz de sumar estas dos características a la de la inteligencia. Frio, calculador, siempre sabía cuando era el momento justo para atacar. Su fuerte mentalidad le permitía afrontar los tramos más largos con la capacidad de desplegar su ataque y toda su velocidad paras asestar el golpe definitivo que le permitiera tomar el liderato o que sentenciaba la victoria. Capaz de sobreponerse al fallecimiento de su padre para completar uno de los mejores rallyes de su carrera, ni más, ni menos que el Tour de Corse de 2005 en el que consiguió todos los scratchs. Preciso, listo y un verdadero talento sobrenatural sobre el asfalto y en especial a la hora de frenar. Así podríamos resumir a Sébastien Loeb
Sébastien Loeb
El futuro a corto plazo es el Mundial de Turismos, pero más allá estoy seguro de que habrán nuevos caminos. Muchos me habéis preguntado (sobre todo a través de twitter) que cómo creo que le irá en el WTCC, si le veo posibilidades de lograr la victoria. Obviamente, siempre que se sube a un coche a Loeb hay que tenerle entre los favoritos, pero estoy seguro que no tendrá una vida fácil ya que a pesar de que Citroën parece ser el equipo más fuerte (al menos son los que han tenido más tiempo para preparar el coche bajo el nuevo reglamento), esta vez, el enemigo más fuerte está en casa y Muller no aceptará status diferentes entre ambos pluricampeones del mundo. Después, quién dirá… Yo desde luego le veo en Le Mans y probando suerte (al menos en una ocasión) en el Dakar. Sin duda ha demostrado continuamente ser capaz de enfrentarse a cualquier reto si le dan una montura competitiva, algo que ha aprendido de uno de sus mentores, Carlos Sainz.
Injusto veo el tema de hablar si hace bien Loeb en retirarse ahora que su principal rival, Sébastien Ogier está en buena forma, tiene un coche competitivo y es el número uno de una marca. Digo injusto porque de sobra ha demostrado que no se amilana ante cualquier reto y tras un 2011 de enfrentamiento directo (en el que incluso Citroën se puso en algunos momentos de parte del joven, en vez de su gran campeón), en 2013 ha seguido mostrándose al mismo nivel que el piloto de Volkswagen, sin apenas test y con un DS3 WRC que ya no es ese coche imbatible que fueron el Xsara o el C4. Nunca he sido amigo de hablar que un piloto jubila a otro, y menos en el caso de grandes campeones como Michael Schumacher o el propio Loeb.
El 2-2 deja un merecido empate para ambas partes. Una batalla entre dos compatriotas completamente distintos en cuanto al carácter, pero igual de insaciables. Me resisto a creer que el reinado de terror de Ogier será igual de duradero que el de Loeb, pero sin duda, el nivel mostrado por el de Gap es muy superior al del resto. Una diferencia incluso mayor que la que se encontró Loeb en sus batallas con los Solberg, Grönholm, Sainz o Burns. Más teniendo en cuenta que a partir de ahora el salto entre el rendimiento del Volkswagen y el de los Ford o Citroën será aún más evidente. Loeb deja un heredero a su altura, tal vez uno que a él no le hubiera gustado, pero sí uno capaz de hacer olvidar en parte la maravillosa época que nos han hecho pasar Loeb y Daniel Elena.
Loeb y Ogier

Los records de Loeb y Elena en el WRC:

  • 9 títulos mundiales (consecutivos entre 2004 y 2012)
  • 105 puntos entre el campeón (Loeb) y el subcampeón (2010)
  • 78 victorias (el anterior record era de Carlos Sainz, 26, batido por Loeb en Japón en 2006), un porcentaje de éxito del 46,71%
  • 11 victorias en una sola temporada (2008), un porcentaje de éxito del 73,3% ese año
  • 18 victorias seguidas en asfalto (entre 2005 y 2010)
  • 9 victorias en el Rallye de Alemania
  • 23 rallyes diferentes ganados
  • 122,89 km/h: la velocidad media más alta alcanzada (Finlandia 2012)
  • 116 podios (Loeb acabó el 69,46% de las carreras del WRC en las que tomó parte entre los tres primeros)
  • 15 podios consecutivos seguidos (2008/2009)
  • 13 podios en una sola temporada (2005, 2007 y 2008)
  • Un porcentaje del 92.31% de acabar en el podio en 2010
  • Un total de 1.619 puntos alcanzados
  • 28 veces consecutivas en los puntos (2009 a 2011)
  • 900 tramos ganados
  • 19 victorias de principio a fin
  • Todos los tramos ganados en el Tour de Corse 2005, igualando a Kenjiro Shinozuka (Costa de Marfil, 1992)
  • 43,14% de todos los tramos ganados en 2005
Una etapa se cierra, afortunadamente podremos seguir disfrutando de su pilotaje. A la que sin duda echaremos de menos es a esa cara rechoncha y simpática de Daniel Elena que ha leído sus últimas notas en el Mundial de Rallyes. Dentro de tal vez diez años o quince, nosotros podremos decir con orgullo a nuestros nietos, hijos o sobrinos que alguna vez vimos correr a Sébastien Loeb y Daniel Elenala pareja más exitosa del WRC, al igual que nuestros abuelos, padres o tíos se les escapaba una lagrimita rota de emoción al narrarnos las batallas épicas de los Röhrl, Toivonen o Vatanen. Hemos vivido historia del automovilismo y sin duda debemos estar agradecidos por ello, hemos visto a todo un caníbal devorarse tramo a tramo a sus rivales sin ningún tipo de reparo. Como editor y sobre todo, aficionado a los rallyes, muchas gracias y buena suerte Loeb.
Sébastien Loeb

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