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miércoles, 26 de septiembre de 2012

Esteban Guerrieri mira al futuro y apunta directamente al IndyCar.


Si hay algo que le sobra a Esteban Guerrieri es talento. Lo demostró en todas las categorías en las que compitió. Por algo tiene un palmarés que incluye 30 triunfos, de los cuales 28 fueron en el exterior.

Su nombre comenzó a sonar mucho en el nuevo milenio. Salió campeón de la Fórmula Renault en 2000 con solo 15 años y en la temporada siguiente ya representaba a la Argentina en Europa. Durante esa primera etapa contó con el apoyo del Lincoln Sport Group, que siguió hasta donde se pudo. Ya en los últimos años, Esteban tuvo que arreglárselas solo para tratar de ser piloto profesional. Donde lo invitaban iba a correr con sus condiciones como único capital. Aunque siempre con el sueño de llegar a la Fórmula 1. Estuvo cerca de la Máxima en 2010, cuando llegó a tener una carta del equipo Virgin para contarlo en sus filas en 2011. Pero sin los cinco millones de euros que le pedían, todo quedó en la nada…

Ese golpe le hizo cambiar el rumbo: apuntó a Estados Unidos y a la IndyCar. Por eso en los dos últimos años compitió en la Indy Lights, la categoría telonera de la serie yanqui. No desentonó: logró seis triunfos y dos subcampeonatos. Estuvo muy cerca de conseguir el cetro este año, pero el auto del Sam Schmidt Motorsport perdió rendimiento en las últimas fechas y la corona quedó, finalmente, para su compañero francés Tristán Vautier. Lógicamente, fue una derrota amarga ya que Esteban quería conseguir el título para tener un buen argumento que le permita conseguir ese apoyo que siempre le fue escaso.

Pero si hay algo que también destaca a Esteban es su moral alta. En los próximos días tendrá una reunión con la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) y la productora Pistas Argentinas para tratar de darle continuidad al proyecto que nació sobre la hora este año. El joven de Mataderos quiere aprovechar que hay dos meses antes de que comience de nuevo el ruido con las pruebas de pretemporada para trabajar en función de 2013. La meta, obviamente, es correr en la principal categoría de monopostos estadounidense. Asegura que tiene varios contactos con equipos de primer nivel y que la prioridad ahora es participar en lo próximos tests. Claro que cuando uno se entera de las cifras que se manejan en la tierra del Tío Sam, no cabe otra que asombrarse y rezar para que los empresarios argentinos le den una mano. Dependiendo el equipo, están pidiendo entre tres y cinco millones de dólares por el torneo completo. Aunque también hay variantes más económicas: entre uno y dos millones para disputar tres carreras, entre ellas las 500 Millas de Indianápolis.

Hay un refrán que dice, “tiempo al tiempo”. Por ahora eso es lo único que está a favor de Guerrieri. Como lo hizo siempre, lleva sus ganas y su talento como aval. Ojalá que alguien se lo acepte y le permita representar a nuestro país como los fanáticos argentinos nos merecemos: saludando al mundo desde lo más alto del podio.

via http://www.corsaonline.com.ar

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