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miércoles, 26 de septiembre de 2012

''No me gusta este automovilismo'' Retirado de la actividad desde hace tiempo, Walter Hernández opina de lo que considera una pasión. El campeón de TC de 1993 no


Walter Hernández y su hijo Francisco, quien el año pasado comenzó a competir en el karting.
Walter Hernández y su hijo Francisco, quien el año pasado comenzó a competir en el karting.
Su presencia en los boxes de los circuitos argentinos fue una constante hasta 2009, cuando se desempeñababa como director deportivo del equipo oficial Ford de TC 2000. Luego la escudería comenzó a ser regenteada por el HAZ Racing Team en 2010, y entonces él volvió a meterse de lleno en la empresa familiar, que se dedica al cultivo y a la cosecha de papas. A partir de ahí, Walter Hernández pasó a ser un seguidor más del automovilismo. Claro que no uno cualquiera, ya que tuvo una campaña deportiva brillante que se extendió de 1989 a 2004 (aunque luego tuvo esporádicas participaciones en carreras de pilotos invitados) y que le permitió lograr un título de Turismo Carretera (1993) y tres subcampeonatos en el TC 2000 (1997, 2001 y 2003).

Desde el año pasado, Hernández volvió al ruedo, pero no como piloto, ni como director de un equipo. Sino como padre. Es que su hijo Francisco (14) comenzó a competir en karting, así que está junto a él en todas las carreras. “Arrancamos como un hobby, pero este año decidimos hacer un esfuerzo y ahora está corriendo en el Campeonato Argentino”, le explica Walter a CORSA. “La verdad es que sufro mucho, principalmente en las largadas. Pero no le meto presión. Lo aconsejo en todo lo que puedo. En esta etapa es importante que él también se equivoque con sus decisiones. Esto le sirve como una forma de vida, porque se entrena mucho y asumió responsabilidades. Algo que es importante para los chicos de hoy en día”, agrega. Pero con Walter Hernández en frente es inevitable hablar de algunos temas…

-¿Seguís de cerca la actividad?

-Sí, veo todas las carreras que puedo; aunque este automovilismo no me gusta mucho. Esto de tener motores iguales, chasis iguales y transformar todo en una monomarca, no me gusta. Creo que eso no sirve para dar un buen espectáculo. Por eso disfruto mucho del Turismo Nacional, que siempre hace lindas carreras. En mi opinión, para que las competencias no sean aburridas los autos deben tener menos cargas aerodinámicas y no hay que tratar emparejar todo. Lo mío es una crítica constructiva. Creo que las categorías que se hicieron monomarcas no son interesantes. Ni acá, ni en el mundo. 

-¿Qué te parece que las principales categorías de la Argentina tengan motores de mucha potencia?

-Si es por el ruido, bienvenido sea. Pero la potencia no da espectáculos. Tengo la sensación de que están corriendo contra ellos mismos… Pero insisto: lo que no me gusta es eso de tener todos los motores iguales. Así se pierde el espíritu del automovilismo y esa necesidad de trabajar para tener algo distinto al rival. Lo hacen para que ganen diferentes pilotos, pero siempre la victoria la consiguen los mismos…

-¿Tiene algún atractivo para el piloto manejar un auto que es igual al del rival?

-A los pilotos siempre les gusta correr. Por eso yo a esto lo veo como un espectador. Creo que el TC 2000 (sic) daba mejores espectáculos antes que ahora. Y lo mismo el Turismo Carretera. Con mis palabras no quiero destruir nada, pero es una apreciación desde afuera. Es necesario un cambio. No tiene sentido que las categorías compitan entre sí para ver quién tiene el motor más potente. Con esas medidas se perdió la magia que antes tenía el automovilismo.

-El año pasado el ambiente se convulsionó con la muerte de Guido Falaschi. Ahí nos dimos cuenta lo que no queríamos ver: que los circuitos argentinos son inseguros. ¿Tenés una opinión formada sobre eso?
-Creo que el accidente de Guido fue una circunstancia de carrera. Balcarce es un circuito peligroso en toda la vuelta y no solo en el sector donde fue el incidente. Pero hay muchos otros circuitos que también son comprometidos y no se debería ir a correr. Tal vez por eso mismo los pilotos tendrían que tomarse algunos márgenes al momento de hacer una maniobra. Cada uno de ellos sabe hasta dónde pueden llegar y deberían ser conscientes de eso. Pero esto no es nuevo. Hace muchos años que venimos hablando del tema y no se hizo nada… Ya nos olvidamos de lo que pasó. Ponemos “Por siempre Guido” y listo, ahí se terminó.

-Este año la ACTC cambió el reglamento del Turismo Carretera antes de arrancar la Copa de Oro para emparejar las posibilidad de Ford, ¿qué te pareció esa medida?
-Fue una desprolijdad, aunque es verdad que la ACTC ya había aclarado que podían hacer la modificación antes del play-off. Aunque lo hacen en beneficio del espectáculo, yo no hubiese hecho eso… Me parece que en lugar de hacer una modificación que encarece el armado de los motores al agregarle 100 cm3 a los Ford, les habría puesto 20 kilogramos de lastre a las otras marcas.

-¿Qué pilotos te llaman la atención?
-Me sorprendió mucho Néstor Girolami. Después del accidente de Balcarce hizo un cambio. Ahora levanta más el pie del acelerador ante un riesgo. Tiene mucho potencial y lo demuestra andando bien en todas las categorías en las que corre. También me gusta mucho Facundo Ardusso…

-¿Y de los más experimentados?

-Guillermo Ortelli y Juan Manuel Silva. Con los dos podés ganar un campeonato y, además, son capaces de levantar a un equipo en un fin de semana complicado.

-¿Extrañás al automovilismo?

-Sí, muchísimo. Esto es algo que no se olvida más. Cuando veo una carrera siempre me imagino estando ahí. Siempre viví esta actividad con mucha pasión. Y con ese sentimiento hice toda mi campaña deportiva. 

La charla termina y Walter Hernández se va a hablar con Francisco. Escucha atentamente los comentarios de su hijo y también le brinda algunos consejos. Todo con mucho fervor, como siempre lo hizo.

via http://www.corsaonline.com.ar

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