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jueves, 1 de noviembre de 2012

Ricardo Rodríguez, de la F1 con Ferrari al trágico accidente


Tan fresco en la memoria como otros mexicanos célebres fallecidos trágicamente, el piloto Ricardo Rodríguez cumple hoy 1 de noviembre 50 años de muerto, en aquel ya lejano 1962 en los entrenamientos del Gran Premio de México.

Su primer nombre se quedó perdido en la nomenclatura de un autódromo histórico al que todos llaman simplemente “Hermanos Rodríguez”. Pero esos hermanos, Ricardo y Pedro, construyeron, a veces juntos, a veces separados, dos historias de leyenda en el mundial.

Ricardo se encontró con la muerte irónicamente en la víspera del  de Difuntos, a los 20 años, cuando su carrera apenas empezaba a despuntar y tenía grandes para pelear el campeonato en 1963 con .

Ferrari decidió no viajar a México, pero Ricardo quería mostrarse ante su  en una carrera de Fórmula 1. El primer evento de la máxima categoría en México no fue puntuable para la temporada pues el comité organizador estaba a . Para Ricardo sí tenía un valor, aunque fuera simbólico, así que con la ausencia de Ferrari, se inscribió en un , con el permiso de su escudería, sin imaginar que ese sería su .

Pero aquella tarde de jueves, el destino le jugó rudo.

Versiones casi legendarias cuentan que Ricardo había marcado el mejor tiempo en las prácticas, al registrar 2:04 minutos al circuito de cinco kilómetros, hasta que el británico John Surtees, también en un Lotus, lo supera por dos décimas.

Aquella tarde del jueves 1 de noviembre de 1962, el menor de los Rodríguez ya se había vestido para ir a un coctel, pero volvió al auto para encontrarse con su destino en el Autódromo de la Magdalena Mixhuca.

Algunos cuentan que su padre, don Pedro, le pidió que volviera a subirse al auto, otros que los mecánicos querían probar cambios al monoplaza y, unos más, que el propio Ricardo quería poner a Surtees en su lugar, porque también estaba en la mira de Ferrari y quería demostrar que nadie conocía esta pista como él.

Pasa la primera vuelta frente a los fosos, y hace un gesto de que todo estaba bien, pero ya nunca regresó.

En su segunda vuelta, un golpe seco apaga su entusiasmo. El auto se ensartó en la contención de la curva peraltada, y el cuerpo de Ricardo resultó con más daños que el propio bólido tras salir disparado por el impacto a 180 kilómetros por hora.

Perdió el auto en la Curva Peraltada, se impactó en el riel de contención, y el cuerpo de Ricardo salió disparado, literalmente, partido en dos. Perdió la vida camino al hospital.

Nunca se supo a ciencia cierta qué lo hizo perder el control de forma tan abrupta en la Peraltada, pero ya era sabido desde antes que el Lotus no era fiable, y la inquietud de que eso no habría pasado con su Ferrari quedó siempre en el imaginario. O si su padre no lo hubiera convencido de darle más giros al auto, probablemente hoy México ya tendría un Campeón Mundial de Fórmula 1. Cuando alguien se va tan joven, como Ricardo, sí cabe el hubiera, ese tiempo gramatical de los futuros que han sido truncados.

RECONOCIDO POR SPORTS ILLUSTRATED

Antes de la trágica escena, el 26 de marzo de 1962, la revista estadunidense Sports Illustrated le dedicó su portada con un asombro evidente: “México manda un niño a Sebring”. Era el primer mexicano en aparecer en la portada de Sports Illustrated y pasarían casi 20 años antes de que otro fenómeno mexicano, Fernando Valenzuela, lo hiciera otra vez.

Ricardo Rodríguez se ganó su oportunidad en la máxima categoría con Ferrari en 1961. Su primer Gran Premio sería en Monza y el mexicano hizo lo impensable, en su debut en Fórmula 1 logró calificar su Ferrari 156 en la segunda posición. Además, con 19 años, Ricardo se convirtió en el piloto más joven de la historia en correr en la máxima categoría, un récord que prevaleció 48 años hasta que en 2009 apareció Jaime Alguersuari.

Como todas las muertes en el automovilismo, la de Ricardo Rodríguez fue trágica, llena de interrogantes y coincidencias fatales.

Ricardo Rodríguez, como Ayrton Senna, Gilles Villeneuve y otros grandes pilotos de la historia, murió joven, quizás demasiado joven, y eso los ha dotado de un halo de frescura eterna. Siempre serán jóvenes. Ricardo Rodríguez siempre tendrá 20 años, siempre será el “chamaco” que erizó la piel en Monza el día que debutó en Fórmula 1.

El talento natural que Ricardo Rodríguez mostró en su debut en F1 lo reafirmó como un ídolo en México.

Este jueves y viernes, a 50 años de su muerte, Ricardo Rodríguez será homenajeado en el Autódromo de la Magdalena Mixhuca, hoy mejor conocido como Autódromo Hermanos Rodríguez, en el lugar exacto del accidente: la mítica Curva Peraltada.

VIA http://www.cronica.com.mx

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