El piloto de Rotax recordó el 18º aniversario de la muerte de Ayrton Senna con una carta recibida en 1979, luego de haber recibido al brasilero en su casa y haber disputado el Sudamericano de Karting en San Juan.
No hay ningún sanjuanino tuerca que no haya hablado del paso de Ayrton Senna por el autódromo El Zonda, ni tampoco de la amistad que unió en ese momento al brasilero con Henry Martín, cuando ambos competían en karting.
Henry, actual piloto de Top Race y que hace dos semanas ganó en la categoría Máster de Rotax Max, publicó en su cuenta de Twitter una postal que el mismo Ayrton le envió para unas fiestas de fin de año.
Henry Martín dijo en su twitt “Esto habla a las claras de lo que era Ayrton. En Diciembre de 1979 me llegó esta tarjeta de salutación a mi casa…”
Otras fotos publicadas por Henry Martín en Facebook y en compañía de Senna:
EL SUDAMERICANO DE KARTING EN SAN JUAN (nota Diario de Cuyo)
Aquel Da Silva sí que era bueno. El primer fin de semana de abril de 1979 ese brasileño “voló” en el autódromo El Zonda y dejó a todos impresionados por sus condiciones en el Campeonato Sudamericano de Karting. Años después, y por esas cuestiones de marketing, el piloto se sacó el Da Silva (el apellido de su padre, que a la usanza de Brasil va después del de la madre), para ser nada más ni menos que Ayrton Senna.
El paso por San Juan de quien después sería tres veces campeón de Fórmula 1 sucedió en 1979 y dejó muchas anécdotas que después serían celosamente guardadas por los sanjuaninos que tuvieron trato con él. Más aún en estos días, cuando el considerado mejor piloto del mundo por entonces le pusiera fin a su vida en una curva, la Tamburello de Imola, el fatídico 1 de mayo de 1994, hace 10 años.
Por supuesto que no era el Senna famoso y millonario de los ’90, pero ya entonces traía un halo de invencibilidad y en el ambiente contaba con un gran respeto y admiración por su forma de conducir.
El ex piloto Jorge Rodríguez por entonces corría para el equipo argentino de karting y contó que “Ayrton vino con su padre y un mecánico. Trajeron dos chasis y varios motores, todo embalado en cajas. Yo les presté parte de mi taller para que trabajaran. Y una noche los invité a un asado en la terraza del taller, que estaba en San Luis y Santiago del Estero”.
Rodríguez dijo que el equipo brasileño se mostraba muy profesional y que los recuerdos que tiene de Ayrton son de una persona amable y tranquila. Aunque quienes también tuvieron la oportunidad de conocerlo dijeron que era extremadamente introvertido, una faceta de su personalidad que luego sería públicamente conocida en su paso por la Fórmula 1.
Henry Martín, quien recibió al equipo brasileño en su casa el lunes siguiente a la competencia, recuerda a un Ayrton demasiado callado en la mesa. Algo que otros también pudieron comprobar en la despedida de las delegaciones, en un gran asado realizado para todos los pilotos en el camping Rancho Móvil, en Rivadavia.
Cuando corrió en San Juan, Senna tenía 19 años y contaba con el fuerte respaldo del gobierno brasileño y de Coca Cola como sponsor. Al equipo del vecino país lo integraban además Dessio Bellini y Chico Serra. Ayrton llegó a la provincia el miércoles 5 de abril y el listado de pilotos inscriptos indicaba que debía usar el número 22 en su karting.
Aquel fin de semana del 7, 8 y 9 de abril en el que se corrió el Sudam 79 hubo pleno sol y en los cerros hubo una importante cantidad de espectadores. “Por supuesto que por entonces no era el Senna que después conocimos, pero su paso marcó un antes y un después para el karting sanjuanino”, dijo Rodolfo Nesman, ex piloto de karting y quien le compró un motor a Ayrton.
“Vimos cómo trabajaba en boxes, cómo «cortaba» la mezcla de nafta y aceite para hacer la clasificación más rápida, cómo calentaba goma. Fueron cosas que nos permitieron acercarnos más a lo que por entonces era un karting más profesionalizado que el que hacíamos nosotros”, agregó Nesman.
Entre mitos y verdades
Quienes no tuvieron participación directa mostraron versiones encontradas sobre el paso de Senna por San Juan. Lo primero que suele recordarse es una lucha del brasileño en la pista con Henry Martín. Pero lo cierto es que el sanjuanino ese año corrió en una categoría menor, en Junior. Después sí se trenzarían en duelos bárbaros, ya que al año siguiente Senna se consagraría campeón y Henry su escolta, en la edición 1980 del Sudam disputada en Colonia, Uruguay.
Sobre la prueba de 1979, Henry, que se emociona al hablar de Senna, recuerda todo con lujo de detalles. Desde que el día estaba templado hasta cómo se llamaba el mecánico de Ayrton, Robertinho.
A su vez, Martín sacó a la luz otro detalle. “El casco de Ayrton era igual al que todos conocen, con las rayitas”, dijo. Aunque Henry asegura que era de color blanco, otros como Rodríguez refutan al decir que ya era amarillo.
También, la “leyenda” dice que Senna ganó por afano en San Juan. Pero no fue así. De hecho, el brasileño abandonó la última final. El triunfador fue Dessio Bellini.
También, la “leyenda” dice que Senna ganó por afano en San Juan. Pero no fue así. De hecho, el brasileño abandonó la última final. El triunfador fue Dessio Bellini.
Lo que sí ganó Ayrton fue la primera de las tres series finales. En la segunda, Senna y Bellini tuvieron una actuación tan formidable que lograron sacarles vueltas de ventaja a sus rivales. Ayrton siempre fue al frente, pero antes de la bandera a cuadros le cedió el primer puesto a su compañero, para de esta forma asegurarse buenos puntos y quedarse con la mejor clasificación por naciones.
Pero la jugada no salió bien, ya que en la tercera y última serie Senna abandonó (Argentina terminó primera). En esa ocasión, Ayrton iba liderando la carrera, pero se le rompió la masa trasera izquierda de su monoposto, desperfecto que después hizo que se desprendiera la rueda, obligándolo a desertar.
Quien más se acuerda de cómo quedó el karting del brasileño fue Henry, ya que Peringa Cerdera se lo compró al terminar la carrera. Martín lo reparó a la semana siguiente y con ese auto se consagró campeón Cuyano al finalizar el ’79. Aún ahora varios recuerdan que el monoposto de Henry conservaba en los costados la publicidad de Coca Cola de aquel Da Silva que anduvo tan rápido en El Zonda.
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