Ya ocurrió en 2010. Los conocidos como cuatro magníficos, es decir, Valentino Rossi, Jorge Lorenzo, Casey Stoner y Dani Pedrosa, terminaban contrato con sus respectivas marcas, todos al mismo tiempo, con lo que el baile prometía. Se sucedieron las reuniones, los rumores, los tira y afloja. Y las sorpresas. Aquel 2010 las cuatro estrellas de MotoGP firmaron, todos, por dos años, de modo que ha vuelto a sonar la música. El baile acaba de comenzar. Y uno de los que con más facilidad se ha puesto las pilas es Jorge Lorenzo, que reconoce haberse sentado ya a hablar sobre su renovación con la marca de los diapasones, su principal opción, aunque señala: “Como siempre que me toca renovar yo no descarto ninguna oferta ni digo que no a ninguna marca”.
“Las cosas van por buen camino”, dice el mallorquín. “No todo es la pista, hay que saber también jugar fuera de ella, pero yo tengo las ideas claras y sé lo que quiero, tu valor sube y baja en cada carrera. Lo primero para mí es tener una moto competitiva que me permita luchar por ganar”, explica. Él apuesta por quedarse en Yamaha. Y parece tenerlo mucho más claro que hace dos años, cuando su renovación se eternizó, cuando se dejó querer por la competencia y se enfurruñó al comprobar que la Honda mejoraba a pasos agigantados mientras que no llegaban los avances que él demandaba para aquella M1 que terminaría ganando el título, el último de la era 800cc. “El dinero es importante, pero para mí ahora mismo es secundario, la prioridad es tener una moto que te permita ganar y luchar por el Mundial. El pasado año no la tuve, pero este año parece, de momento, que sí la tengo”.
Un contrato de dos años puede estar bien en determinadas ocasiones, pero yo prefiero uno año a año.
Casey Stoner
No parece importarle triunfar con otra marca, Honda, por ejemplo, sino, sencillamente, volver a hacerlo: “Mi situación ideal sería retirarme en Yamaha y tener siempre una moto competitiva. Lucho por ganar más campeonatos, ese es mi reto, a ver si lo consigo. Soy un piloto fiel a los que han confiado en mí y Yamaha lo ha hecho, así que si me dan lo que yo quiero, una moto competitiva, voy a dar continuidad a este proyecto y les agradeceré a Yamaha y a Lin Jarvis lo que han confiado en mí”, añadió. Ni siquiera parece importarle, como declaró el pasado fin de semana en Jerez, que su ex compañero Rossi disponga en 2013 de una Yamaha como la suya, la de un equipo privado, por ejemplo. “Sería interesante para la fábrica volver a tener a Valentino, podríamos tener a otro piloto rápido en la marca. A mí, igual me da, pero para Yamaha estaría bien y yo quiero lo mejor para ellos”, afirmó, para satisfacción de Rossi, que le agradeció el gesto: “Lorenzo es el único piloto que siempre me ha respetado en los malos momentos”.
Hace dos años algunas fábricas, como Honda, se dieron prisa y ataron a Stoner, cuyo fichaje se confirmó en julio, dos meses después de que se desataran las primeras habladurías sobre el interés de la casa nipona en el australiano. También se despejó más pronto que tarde la duda sobre el destino de Rossi, que fue anunciado en agosto como nuevo piloto de Ducati, un secreto a voces tras la marcha del a la postre campeón del mundo con Honda. Conocidos los primeros movimientos, las piezas del dominó iban encajando. En septiembre Pedrosa renovó por otros dos años con Honda, habida cuenta de que tenía pocos destinos mejor que aquel y contento como estaba con una moto que mejoraba cada fin de semana. Del mismo modo, también era un hecho que Lorenzo, con el campeonato en la mano y como piloto de referencia, se quedaría en Yamaha, aunque el acuerdo no se firmó hasta octubre.
Y aunque solo se han disputado dos carreras no es Lorenzo el único que empieza a plantearse su futuro. Honda ya ha puesto una oferta sobre la mesa para renovar a Stoner, según confirmó el mismo piloto: “Ya empezaron así de pronto hace unos años, y ahora intentan atarme para el 2013. Pero hay un montón de cosas sobre las que hablar. Un contrato de dos años puede estar bien en determinadas ocasiones, pero yo prefiero uno año a año”, indicó. Las cartas están sobre la mesa, pero la partida solo acaba de empezar. Así opina Pedrosa, que augura que queda mucho tiempo para decidir sobre dónde estará el año próximo: “Yo ahora mismo estoy en correr en el Gran Premio de Portugal e intentar hacerlo bien, y seguir así en la siguiente carrera, y la siguiente… Cuando llegue el momento de negociar ya se verá. Es todavía muy pronto”.
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