F1 La filosofía todopoderosa de McLaren

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McLaren es tan perfeccionista que obliga a sus pilotos a tener 8% de grasa corporal; es tan obsesiva que puede pasar más de 10 horas practicando únicamente paradas de pits; tan imperialista que se autoproclama: “No hay nadie como nosotros”. Son ingleses, vanidosos, arrogantes, seductores, poderosos. Así es la escudería adonde llega el mexicano Sergio Pérez y que tiene como premisa radical la imperante necesidad de ganar a costa de lo que sea.

La isla británica, en su poblado de Woking, acoge una de las escuderías con más glamour de la F1. En aquel sitio de 500 hectáreas trabajan 1,000 personas en el centro tecnológico de McLaren; todos ellos, con una filosofía que se determina en cinco puntos clave: desarrollo del talento interno, inversión en el futuro, desarrollo diario, desarrollo del equipo y la creación de redes de oportunidades.

Todos sus empleados han fomentado que la escudería esté valuada en 920 millones de dólares, según detalla Sport Business, y que cada año crezca entre 15 y 20%, sólo superada por Ferrari. McLaren se autodefine en su artículo de presentación de la siguiente manera: “Somos una organización con una meta: ganar”.

Y esa mentalidad de triunfo la ha orillado también a llevar al límite sus relaciones humanas internas. La batalla de Ayrton Senna- Alain Prost fue quizás la más legendaria de todas las rivalidades que se han presentado en F1. Pero no ha sido la única. En tiempos recientes también Lewis Hamilton y Fernando Alonso protagonizaron otra más, e inclusive su ética del equipo ha estado a debate con el “robo” de información a la escudería Ferrari, donde se detallaba sus planes para el 2007.

Grupo McLaren, que se compone de seis compañías, nació en 1963 y corrió su primera carrera en F1 en 1966, su máximo representante se llama Ron Dennis, un empresario que “es un detallista impulsivo”, siempre con un traje impecable Hugo Boss, zapatos brillantes y su maletín oscuro como lo detalla el artículo de El Comercio, “La Familia McLaren”. En resumidas cuentas, todos los que forman parte del equipo necesitan ser de élite.
“A la escudería sólo llegan los pilotos más fuertes mentalmente. Nadie más puede estar allí que no sea así”, dice Carlos Jalife, biógrafo de los hermanos Rodríguez, los dos pilotos más legendarios de México. “Todo cuenta, desde el peso, la grasa corporal, la relación con la estatura... No hay ningún detalle al aire”.

Una mentalidad y filosofía ganadora que le ha servido de poco a la hora de un inventario de títulos. Desde 1998 no gana el campeonato de constructores y del 2000 a la fecha apenas tiene una corona de pilotos (Lewis Hamilton).

McLaren ha hecho todo lo posible por mejorar pero, en los últimos años, ha fallado la estrategia. En el 2012, Jenson Button tuvo un inicio de pesadilla luego de pequeñas modificaciones a su auto que le evitaban contar con la aerodinámica adecuada, el equipo corrigió y mejoró sus resultados. Si no hubiera pasado eso “hubiera ganado el campeonato probablemente”, confiesa Carlos Jalife, también editor en jefe de la revista FASTmag.

Para el 2013, la escudería ha apostado por Sergio Pérez. The Guardian, uno de los diarios más prestigiosos de Gran Bretaña, cuestiona en su “Guía oficial F1 2013” la llegada del mexicano con la pregunta de si podrá ser el sustituto ideal de Hamilton, quien se mudó a Mercedes.

Los británicos han contado en su historia con cinco latinoamericanos: Sergio Checo Pérez, Juan Pablo Montoya, Ayrton Senna, Nelson Piquet (tres carreras) y Emerson Fittipaldi y, generalmente, han dado resultados. Senna y Fittipaldi fueron campeones.

La duda de los críticos británicos radica en saber los alcances de Checo Pérez. Lo cierto es que el chico tiene mentalidad europea: se fue a los 15 años a Alemania, creció bajó la mentalidad deportiva de la Europa Central y su formación como ser humano se dio allá. “Aprende rápido y tiene una fortaleza mental que nadie pensaría que tiene”, advierte Jalife, quien ha dado seguimiento en viajes al mexicano.

El discurso de Sergio siempre ha sido ambicioso. “Puedo estar peleando el campeonato en dos años”, dijo en noviembre pasado y justo en ese mismo acto el jefe del equipo, Martin Whitmarsh, comentó: “Nadie es más grande que McLaren”.

Pérez ha pasado más de ocho años en Europa. Primero, con la Fórmula BMW, Fórmula 3 Británica, GP2 Series y luego el salto a Sauber. “Su principal valor quizás es que siempre quiere saber por qué suceden las cosas, por qué mejora y aprende rápido”, así describe Jalife la mentalidad del chico de 23 años.

Pérez tuvo una primera indicación para ser piloto de McLaren: bajar de peso. El mexicano debió desde un principio adaptarse a lo que los británicos denominan “perfección ideal”. Allí comenzó una aventura de un piloto que fue seleccionado por el imperialista equipo y al que miran como una solución a la sequía de títulos en la última década. ¿Checo es un piloto McLaren? Ya se verá…

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