El pasado 27 de junio, apenas un par de días antes de que diese comienzo la primera de las tres jornadas oficiales del Gran Premio de Gran Bretaña, Mark Webber desveló por fin su futuro. Dejará la F1 a final de temporada para incorporarse al nuevo programa deportivo de Porsche que incluye el regreso de los de Stuttgart a Le Mans en la categoría LMP1.
Tras doce años en la máxima competición, la marcha de Webber de Red Bull era un secreto a voces. El compañero de Vettel estos últimos años no achaca al polémico adelantamiento realizado por el alemán en Malasia como la razón que le ha impulsado finalmente a abandonar a los de Milton Keynes, y afirma que tenía la decisión tomada desde finales del pasado año por falta de motivación y anhelando nuevos desafíos. Se dice que esta decisión tan meditada pilló como vulgarmente se suele decir "con los calzones bajados" al jefe de equipo Christian Horner. Por lo visto se enteró una hora antes de que Webber hiciese pública su decisión. El piloto dejó claro que había cumplido con su contrato al avisar antes de hacer el anuncio a su jefe, por lo que no veía donde estaba el problema.
El caso es que podríamos decir que el australiano dio por inaugurada antes de tiempo las rebajas veraniegas del "Corte Ecclestonés", con la salvedad de que en estas no se venden bikinis o abrigos pasados de moda que no se pudieron colocar en invierno a algún incauto, sino que se venden asientos de Fórmula 1 y os aseguro que los precios de estos no parecen estar rebajados.
Mark Webber lleva en Red Bull desde 2007, prácticamente sus inicios, cuando todavía el buen hacer de Adrian Newey no había hecho efecto y era un equipo de mitad de parrilla. Desconozco las expectativas que tenia Mark de conseguir algo con este equipo, pero lo cierto es que su paso por el equipo no ha sido para nada cómodo ni fácil. Pese a conseguir su primer podio y su primera victoria e incluso en 2010 ser uno de los candidatos al título, manteniéndose como piloto mejor clasificado de Red Bull durante la mayor parte de la temporada, el equipo nunca apostó por el australiano al cien por cien pese a haber contribuido con sus puntos de manera significativa a conseguir los tres títulos de constructores de Red Bull.
Mark Webber aduce falta de motivación como una de las razones de abandonar la F1, sin embargo todo invita a pensar que lo que no le falta es motivación para hacerlo. Empecemos por Turquía en el año 2010, Mark iba líder seguido por Sebastian, ambos perseguidos por los Mclaren de Hamilton y Button. Vettel se quejó al equipo porque el australiano "estaba estropeando su carrera" y pidió que le ordenaran dejarse adelantar. Como no le hicieron caso, Vettel intento adelantarle en pista,Webber obviamente se defendió, colisionaron y Vettel tuvo que retirarse. Mark terminó tercero por detrás de ambos McLaren. Red Bull pasó de tener un posible doblete en aquel Gran Premio a un tercer puesto y un abandono. Todos pudieron ver cómo Vettel en su regreso a boxes se llevaba el dedo índice a la cabeza y lo hacía girar en su sien dejando claro lo que opinaba de su compañero de equipo.
Tanto Helmut Marko como Christian Horner dejaron claras sus preferencias declarando un solo culpable, ni más ni menos que Mark Webber, acusándole de no dejar suficiente espacio para que Sebastian le adelantase, lo que yo llamo abiertamente "abrirle la puerta". Si unimos aquello a que la mayoría de los allí presentes y que habían podido ver las imágenes opinaban lo contrario, es decir que era Sebastian el que se había desviado hacia su compañero de equipo, en el paddock empezó a quedar claro quién era el ojito derecho de Helmut Marko y Christian Horner.
El equipo salió del paso al más puro estilo "Ron Dennis", diciendo que ambos pilotos tendrían las mismas posibilidades de luchar entre ellos. Esto se fue al garete en el siguiente Gran Premio, Canadá. Vettel tenía la caja de cambios dañada, o al menos eso fue lo que le dijeron por radio a Webber como excusa para ordenarle que no adelantase a su compañero. La igualdad de posibilidades tan cacareada había durado tan solo los quince días entre un Gran Premio y otro.
Dos carreras después sucedió una de las situaciones más recordadas en las que Webber fue perjudicado en beneficio de su compañero, pese a que esta vez hubo final feliz para el australiano. Sucedió en Silverstone, donde Red Bull llevó un nuevo alerón delantero del que tan solo había dos unidades y que fue probado en los últimos entrenamientos libres. El de Vettel se rompió y poco antes de la clasificación, el equipo decidió desmontar el de Webber para dárselo a Vettel. ¿La excusa?, pues que Vettel iba por delante en el campeonato y que al parecer durante las pruebas realizadas el alemán había mostrado más interés por el alerón que el australiano. Cuando aquello se hizo público, el cachondeo en el paddock era evidente, tanto o más que el cabreo de Mark Webber. El domingo en la salida, Mark se tomó su venganza y adelanto a Vettel en la salida, el cual intentando mantener la posición, sufrió un pinchazo provocando que terminase séptimo aquel gran premio y resultase ganador el "piloto número dos", tal y como dejó claro Mark con una de sus mejores frases por radio al equipo: "No está nada mal para un segundo piloto".
En Japón ese mismo año, el equipo dio por "terminada" la carrera cuando Webber dio alcance a Sebastian Vettel. Durante el Gran Premio de Corea aquel mismo año Webber tuvo un accidente al tratar de seguir a su compañero en las primeras vueltas donde la lluvia hizo la pista difícil para la conducción. Vettel, que iba líder, abandonó vueltas más tarde por una rotura de motor, dejando en bandeja la victoria a Fernando Alonso. A falta de dos carreras para el final del mundial, Webber era segundo a solo 11 puntos de Fernando y Vettel a 25, tercero. La lógica imponía que tal y como estaba la situación el equipo pidiese a Vettel que echase una mano a su compañero para conseguir el título, pero ni con esas. El garrafal fallo de estrategia de Ferrari en el último Gran Premio en Abu Dhabi le dio el título a Vettel, que hasta ese día nunca había ido líder del campeonato, así que casi sin esperarlo fue un final redondo para ambos, para Vettel y Red Bull.
El campeonato de 2011 fue algo más tranquilo en este aspecto debido al dominio aplastante de Red Bull en manos de Sebastian Vettel. Mark Webber pasó desapercibido. Lo más destacable de 2012 quizá fue que en Interlagos, con Webber fuera de la lucha por el título al contrario que en 2010, el equipo le pidió su colaboración para que su compañero se lo llevase, vamos, lo que viene a ser un "a poder ser, no nos molestes y échate a un lado". Quién sabe lo que debió pasar por la cabeza de Mark aquel día, pero lo cierto es que en el inicio de la carrera le cerró el paso a Vettel provocando que colisionara con Bruno Senna y por ende amagos de infarto a la mitad de aficionados españoles de la Formula 1 sentados en su sofá aquella tarde de noviembre. Pero no fue lo único, muchos piensan que el de Red Bull no complicó el ser adelantado por Fernando Alonso y que por el contrario al ser alcanzado por Vettel, quien salió ileso de su toque inicial con Senna, le puso las cosas algo más difíciles. Vettel se proclamó tricampeón y aquello en cierta manera camufló sin duda el enfado que debían tener Horner y Marko. De haber ocurrido lo contrario, y haber ganado Alonso su tercer título, más de uno hubiera estado dispuesto a poner una estatua o el nombre de una calle al piloto australiano de Red Bull.
Llegamos finalmente al Gran Premio de Malasia 2013 y el famoso "Multi 21", quizá uno de los momentos más recordados junto al del alerón en Silverstone hace tres años. Desobedeciendo las órdenes de equipo, esta vez en favor de Mark Webber que iba líder, Sebastian Vettel adelantó en las últimas vueltas a este no sin provocar algunos momentos de tensión donde estuvieron a punto de tocarse. Preguntado en la rueda de prensa, Webber no se andó con rodeos y declaró abiertamente que "Podía haber ganado la carrera porque el equipo tomó una decisión. Pero al final, Vettel ha tomado sus propias decisiones y así ha acabado. Después de la última parada en boxes, el equipo me dijo que la carrera había terminado y que arriesgáramos lo menos posible de cara al final, pero Vettel tomó su decisión y, como es habitual, lo protegerán".
A mayores de todo esto, no nos olvidemos de un sinfín de problemas mecánicos de todo tipo, y fallos humanos inoportunos que tanto gustan a la hora de especular.
Pese a que la lógica impone desde hace tiempo que cualquier vacante en Red Bull debería ser ocupada por uno de los dos pilotos de Toro Rosso, el primer nombre que salió a la palestra para sentarse donde Webber salió de Lotus, Kimi Raikkonen. Cuando uno escucha esto lo menos que puede hacer, es sonreír. Admitamos que Kimi en cuanto a imagen de Red Bull, filosofía de la marca de bebidas energéticas y demás, posiblemente daría la talla, pero ¿alguien imagina a Kimi Raikkonen acatando órdenes de equipo a favor de Vettel?
De ser así, a mi Kimi me decepcionaría. Si algo me gusta de Raikkonen es la manera que tiene de tomarse las cosas en un mundo como el de la Fórmula 1, en el cual una gran mayoría suele ser políticamente correcto. El finlandés se ha ganado el cariño de unos cuantos por decir las cosas tal y como las piensa, no gasta más de dos palabras en una respuesta en la que son suficientes tres y es capaz de decirle a su ingeniero de pista por radio mientras circula a mas de 200 km//h que lo dejen solo, que sabe lo que se hace.
Nada me gustaría más que ver a Kimi en Red Bull el año que viene, formando lo que posiblemente sea el dúo de pilotos más fuerte desde Alonso y Hamilton en 2007 y, por qué no, con suerte igual de explosivo. Sin duda sería mucho más interesante que tener a un sumiso Vergne o Ricciardo. Todo puede pasar, cosas más raras se han visto, pero no entra en mi imaginación un Raikkonen aceptando sin rechistar un "Maintain the gap" si se ve más rápido y con posibilidades de ganar a su compañero, ni tampoco lo veo manteniendo su radio en silencio al escuchar por sus auriculares un "Multi 21" o cualquier orden por el estilo.
¿Cual pensáis que sería la reacción del finlandés llegado un caso como el de Silverstone en 2010?, imaginad que le quitan un alerón para dárselo a Vettel, venga, no me diréis que no os morís de ganas de saberlo. Aunque quién sabe, igual reacciona de otra manera. La verdad es que veo dos posibles reacciones en el caso de que a Kimi quieran hacerle un "Webber".
- Que acepte a regañadientes lo que le manden no sin antes acordarse de cuatro generaciones de ancestros de Helmut Marko o Christian Horner, pensando según el momento que ya se la devolverá en el próximo Gran Premio. Aunque esto, no me lo creo ni yo.
- Que se pase por algún sitio esas órdenes y termine haciendo lo que le venga en gana, sin importarle lo que le puedan decir más tarde cuando llegue al motorhome y mucho menos si vence. Total, qué podría pasar, ¿que lo bajasen del coche a mitad de temporada? ¿A quién iban a subir? ¿A Buemi...?¿Recuperamos a Alguersuari tal vez? A lo mejor le echan de menos. También están Vergne y Ricciardo, sin duda, pero ¿alguien les consideraría competencia para Kimi?
Seguramente el finlandés, un tipo inteligente, no reaccionaría de una manera u otra en cada Gran Premio por igual. Según las circunstancias en las que se viera, podría agachar la cabeza si no se ve competitivo con su compañero o como digo, mandar recuerdos a la familia de sus jefes por radio en ese mismo momento en el caso de que se viese con posibilidades de pelear de tú a tú con Vettel. Pero sin duda, lo que sí espero de Kimi llegado este caso es que no tenga pelos en la lengua y diga lo que piensa abiertamente, sea lo que sea, como ha venido haciendo hasta la fecha.
Se comenta que Kimi y Sebastian Vettel se llevan bien, incluso el alemán ha declarado últimamente que lo prefiere a Fernando Alonso en su equipo porque a Kimi "lo respeto dentro y fuera de la pista". Estaría muy bien comprobar si esto se mantendría en el caso de que ambos sean compañeros el año que viene.
Saludos,
Javi Catalá
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