A José María López no se lo escucha bien. Atento, acepta charlar con Mundo D mientras viaja a Buenos Aires para saber cómo sigue su futuro en el Turismo Carretera, pero se le entrecorta la voz. Se lo nota nervioso, enojado, con bronca...
Lo espera una reunión con su equipo, el Oil Competición, para ver quién será el asesor técnico de su Chevrolet después de que el JP Racing decidiera abandonar la categoría y dejara abierta la incógnita de qué sucederá con Ricardo Gliemmo, el chasista de ambos.
Se lamenta porque “estaba cómodo con cómo se habían organizado las cosas y hace dos carreras había empezado a andar bien”. Y tiene “un poco de bronca porque siempre cambian las cosas y hay que buscarle la vuelta”. Pero su descontento va más allá de esta noticia que el miércoles sacudió el TC y que llegó a sus oídos a través de los medios (“Nadie me habló para avisarme nada”, dijo).
“Pechito” plantea un problema de fondo que hace que “extrañe la época del karting”. “Está todo muy manoseado. Se volvió muy político el automovilismo en Argentina”, subraya.
Y es que la posible baja de Gliemmo como su asesor técnico llegó para colmar un vaso que estuvo a punto de rebasar el pasado domingo con el polémico segundo puesto de Matías Rossi en Mendoza (el piloto del JP Racing no arriesgó por una victoria que finalmente quedó en poder del cordobés Néstor Girolami).
“Se van las ganas de correr cuando algunos especulan y pueden ganar una carrera y van levantando. Ahora todo es manejable, se mueve por intereses”, admite el cordobés y explica: “Las especulaciones se dan por el sistema de campeonatos que hay, por la carga de kilos en los autos o las penalizaciones”.
“Pechito” se pone enfático para remarcar algunas cuestiones, pero en algunos pasajes de la charla su voz vuelve a encontrar cierta tranquilidad, un dejo de melancolía. “No es el automovilismo que a uno le gusta. Extraño la época del karting, en la que era más puro todo”, reconoce y advierte que “tampoco se puede culpar a los pilotos porque el sistema es así”.
“Los equipos te contratan y muchas veces tenés que respetar lo que pidan. Si tuviera un equipo propio, obviamente no pasaría eso. No negocio la victoria. Si se puede ganar hay que ganar. Es lo que me gusta y por lo que corro”, sentencia.
–Y desde tu lugar, ¿qué podés hacer en contra de eso?–Nada. Uno no lo puede manejar. Estaré siempre en contra. Pelearé contra todo el mundo, me encularé, correré como yo sé sin importarme lo que piense el resto. Es el automovilismo que toca. Yo lo hago por pasión. Pero cada vez tengo menos ganas.
Sus palabras quedan retumbando. Del otro lado del teléfono está “Pechito” López, el Deportista Cordobés del Año 2009, el bicampeón del TC 2000, el riotercerense que estuvo a punto de correr en la Fórmula Uno hace dos años. Y entonces surgen más preguntas...
Sus palabras quedan retumbando. Del otro lado del teléfono está “Pechito” López, el Deportista Cordobés del Año 2009, el bicampeón del TC 2000, el riotercerense que estuvo a punto de correr en la Fórmula Uno hace dos años. Y entonces surgen más preguntas...
–¿Te planteás dejar de correr en el país?–Cada vez me motiva menos estar arriba del auto. Si uno no se siente cómodo en lo que está, se lo plantea. Obviamente voy a seguir corriendo porque es lo que amo y de lo que vivo también. Pero ha cambiado mucho el automovilismo y hace que me replantee lo que estoy haciendo.
–¿Y adónde irías?
–Puede haber posibilidades de hacer algo en Europa o... no sé. Pero no tengo pensado abandonar, eh... Pelearé contra el sistema pero nada más que eso. Ganaré menos campeonatos que el resto, saldré perjudicado en algunas cosas pero correré a mi manera. Yo no veo al automovilismo como un negocio, lo veo como un deporte y corro en auto porque me gusta la competición, me gusta ganar y no especular con nada. Pero uno tiene que adaptarse. Y esto no quiere decir que no corra más mañana, dentro de todo sigo disfrutando.
–Puede haber posibilidades de hacer algo en Europa o... no sé. Pero no tengo pensado abandonar, eh... Pelearé contra el sistema pero nada más que eso. Ganaré menos campeonatos que el resto, saldré perjudicado en algunas cosas pero correré a mi manera. Yo no veo al automovilismo como un negocio, lo veo como un deporte y corro en auto porque me gusta la competición, me gusta ganar y no especular con nada. Pero uno tiene que adaptarse. Y esto no quiere decir que no corra más mañana, dentro de todo sigo disfrutando.
–¿Todo el automovilismo de Argentina se ha transformado, o alguna categoría aún se mantiene más “limpia”?–Se ha ido para ese lado todo. Se va mucho hacia el espectáculo y se prohíbe un poco lo que es el automovilismo puro, en el que si uno tiene la posibilidad de ganar 8, 10 o todas las carreras en un año sea porque su equipo trabajó bien y porque el piloto hizo bien las cosas. Hoy no se puede. Hoy ganás una carrera y te penalizan o te cargan kilos. Hay un montón de trabas que se fueron poniendo para que ganen diferentes pilotos, para que se pueda nivelar para abajo.
–¿Hay muchos pilotos que piensan como vos?–No sé cómo piensan los otros ni me interesa. Compito y corro para ganarles a ellos y ellos competirán para ganarme a mí y a los demás. Cada uno corre a su manera y sabrá, cuando se va a dormir a la noche, si está tranquilo con lo que hizo.
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