Nuevo fiasco de Valentino Rossi en la calificación de Jerez. Si hoy llueve en el GP de España puede que se salve del desastre, porque de otro modo será difícil encontrarle más arriba de la octava posición. Y como remate para su crisis con Ducati, su compañero Hayden arranca en la tercera posición de la parrilla, en la primera fila. El peor de los escenarios para la leyenda italiana: hundido en la clasificación mientras otro piloto demuestra que se puede hacer mucho más con su misma mecánica. A mí no me sorprende la situación, porque tengo clarísimo que 'El Doctor' no se encuentra en disposición de jugarse el tipo por intentar ser noveno mejor que undécimo. Sencillamente le resulta indiferente, porque sigue siendo, lo será siempre, un ganador, un caníbal insaciable de triunfos...
Llegados a este punto, veo cada vez más difícil la continuidad de Valentino en la marca de Borgo Panigale. No pasará otro año de sufrimiento, de decepciones y puede que de caídas o lesiones. Si la solución a sus problemas no llega antes que después, el 46 abandonará el proyecto, estoy convencido. Por ello, ayer mismo me planteaba si su estrategia no estará siendo ya facilitar ese camino de salida, forzando la situación para que pueda dejar Ducati cuando lo considere necesario sin dar demasiadas explicaciones. Porque no harán faltan, sus lamentables resultados ya hablarán por sí mismos y tendrá una justificación de peso para su escapada. Puede que ésta mía sea una teoría descabellada, lo admito, pero Rossi es también uno de los pilotos más inteligentes que he conocido, así que cualquier idea puede rondar su cabeza...
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