Una demora en el camión que abastecimiento de combustible, a primera hora, demostró a los mecánicos del Mini Cooper que maneja Eliseo Salazar en el Rally de Córdoba que no alumbraban correctamente. ¿Cómo pasa eso? ¿Qué relación puede tener? Mucha, porque en el WRC cada detalle se convierte en una de las claves del triunfo o las derrotas. Que lo diga Loeb también, que se dio dos buenos trompos, que no mermaron su presentación. O Petter Solberg, que parecía que abandonaba, pero que siguió y marcha noveno.
Que lo diga Miko Hirvonen, quien ha tenido una presentación brillante y su nombre aparece apenas segundo de la general (ver tabla), porque Sebastien Loeb, luego de 637 kilómetros de carrera, ha sido sólo una décima de segundo más veloz.
Impacta las velocidades que logran los líderes de la competencia en ruta y también lo que logra el chileno con poco tiempo al mando del auto. Según el mismo confesó, “las primeras pasadas nos dedicamos a corroborar las notas y recién en el segundo íbamos más a fondo”. Efectivamente, el chileno mejoró sus tiempos en las dos especiales que se repitieron ayer (La Pampa-La Pampa y Ascochinga-Agua de Oro). En la primera, de 37,51 kilómetros, cronometró 27’13’’ en la pasada inicial y 26’18’’ en la segunda, mientras que en la otra se anotó 42’07’’ y 41’37’’. Este último tiempo lo dejó undécimo entre los WRC y 16º de la general.
Salazar, de 58 años, no se veía especialmente cansado con los 631 kilómetros de recorrido de ayer. “Es como una temporada entera del Rally Mobil e un día”, bromeó. Más en serio, el ex F1 aseguró que pese al largo recorrido, “es mucho más cansadora la Fórmula Uno o, especialmente, la Indy, por las fuerzas de gravedad”.
Entero, Salazar agrega que está contento y que el rally mundial entró con fuerza en su corazón: “Si fuese 25 años menor seguiría en el Rally Mundial, pero es muy tarde para mí”.
El desajuste en los horarios obligó a que el tramo final del día, los 19 kilómetros entre Cosquín y Villa Allende, se corrieran de noche, lo que no fue bien recibido por todos los pilotos. “Nos tocó de noche y los focos no alumbraban bien. Tendremos que corregir eso para hoy”, dice Salazar. “Quizás deberían haberla cancelado. No hicimos notas para correr sin luz”, se quejó el español Dani Sordo. Mikko Hirvonen no coincidió con el español: “No fue agradable esperar por una hora en la partida, pero no me molesta competir de noche”.
Salazar dice tenerse fe para la etapa de hoy, que partía de madrugada, “porque tiene hartas subidas y confiamos en la tracción del Mini”.
Sobre las expectativas generales cambiaron de “no tener expectativas” a “obtener puntos”, cosa que logran los 10 primeros. “La verdad es que al principio tenía miedo de hacer el loco, pero ya no”, resume.
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